Aigües de Barcelona ha confinado a algunos de sus trabajadores en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) Besòs para garantizar la continuidad del servicio esencial del ciclo integral del agua, tal y como ya hizo al inicio de la pandemia. Esta vez, la compañía ha tomado la decisión ante el avance imparable de la sexta ola.
Así, desde el martes 4 de enero un grupo de empleados –que se prestaron de forma voluntaria– permanece de forma permanente en las instalaciones. Para ello, y con la voluntad de que su estancia sea lo más confortable posible, la compañía ha instalado autocaravanas y garantiza todos los medios y servicios que puedan necesitar durante este periodio en la planta.
Además, Aigües de Barcelona realiza test de antígenos continuados a estos trabajadores, para asegurar que no se hayan contagiado, y los ha previsto de mascarillas FFP2 y equipos de protección individual (EPI). Asimismo, realiza periodicamente una desinfección de las caravanas y el resto de las instalaciones.
Unas medidas que se suman a las que la compañía ha previsto para el resto de la plantilla, que hasta ahora se basaba en la priorización del teletrabajo, el uso obligatorio de mascarillas y los test de antígenos continuados, hasta 7.000 durante el pasado año. Todo esto, para garantizar que el servicio de agua continue funcionando con normalidad en los cerca de 3 millones de hogares del área metropolitana de Barcelona.