El pasado diciembre, el Barómetro municipal evidenciaba lo que era un grito a voces: Barcelona está sucia. La encuesta situó la limpieza como la segunda preocupación de los barceloneses, concretamente  para un 11,8% de los ciudadanos. Por delante solo está la inseguridad, para un 20,8%. A las empresas y operarios de la nueva contrata de limpieza, que arrancará en marzo, se les gira trabajo.

Tras un verano de plagas de ratas y cucarachas y un sistema de recogida de basuras, el Puerta a puerta, que ha dejado las calles de Sant Andreu del Palomar hechas un asco, el gobierno de Ada Colau tuvo que rectificar y poner en marcha un plan de choque antes de la entrada en vigor de la nueva contrata con una inversión extra de 70 millones. La propia alcaldesa admitió en TV3 que la ciudad estaba sucia y lo achacó al calor del verano y al final de la anterior contrata.

LA NUEVA CONTRATA: 2.300 MILLONES EN OCHO AÑOS

Ahora ya no hay excusa y, a partir de marzo, la ciudad debería estar, al menos, adecentada. La nueva contrata municipal supone la mayor inversión del Ayuntamiento de Barcelona con 2.300 millones de euros en ocho años. El gasto en limpieza viaria de Barcelona se situará en 122 euros por año y habitante. El nuevo contrato prevé la incorporación de 400 nuevos operarios, hasta los 4.400 totales, un 10% más.

Colau, Sanz y Badia con una trabajadora en la playa del Bogatell / EUROPA PRESS - DAVID ZORRAKINO

La puesta de largo se ha hecho este miércoles en la playa del Bogatell y ha contado con la plana mayor de los comunes: la propia Colau, la teniente de alcaldía de Ecología Urbana Janet Sanz y el edil de Transición Ecológica y Emergencia Climática Eloi Badia. Según Colau, la limpieza de la ciudad contará con "más recursos y vehículos nuevos", pero ha hecho un llamamiento a los ciudadanos a "cuidar Barcelona": el incivismo es un problema generalizado.   

LAS MEJORAS EMPEZARÁN EN MARZO

La zona centro, es decir los distritos de Ciutat Vella, Eixample y Gràcia, serán los primeros en los que se aplicará la nueva contrata; también en marzo se extenderá a Sant Martí y Sant Andreu. Al resto de distritos -Sarrià-Sant Gervasi, Les Corts, Sants-Montjuïc, Horta-Guinardó y Nou Barris-, las mejoras llegarán tras el verano, a partir de septiembre.

La flota incorporará 600 vehículos eléctricos nuevos que se sumarán a los 270 actuales, lo que hará crecer el porcentaje de vehículos sostenibles del 20 al 66%. "Somos el contrato a nivel del Estado español donde tendrá una mayor presencia el vehículo eléctrico", ha destacado Badia, que ha asegurado que de este modo podrá reducirse la contaminación acústica.

La nueva contrata también dispondrá de una nueva maquinaria adaptada a las características de cada zona, como barredoras más pequeñas para los carriles bici, carros eléctricos autopropulsados para que los operarios se puedan desplazar más fácilmente a los barrios con pendiente, vehículos más pequeños para llegar a las calles estrechas de los diferentes núcleos antiguos y servicios de limpieza de manchas en los pavimentos con maquinaria específica. También se introduce el servicio de limpieza a fondo del pavimento, que se encuentra debajo de los contenedores, con una maquinaria específica que permite levantarlos y limpiar con agua a presión al mismo tiempo.

MÁS LIMPIEZA Y DE MAYOR CALIDAD

Según el director de limpieza del Ayuntamiento, Carlos Vázquez, los ciudadanos notarán que las calles se limpiarán con más frecuencia, pero que también la limpieza será de mayor calidad. Uno de los aspectos que se refuerzan en toda la ciudad es el lavado con agua a presión, que funcionará junto a las máquinas que barren. En Ciutat Vella, en concreto, la limpieza se reforzará por ser una de las zonas con un uso más intenso y se limpiará tanto de día como de noche. La limpieza también aumentará, a mano y con agua, en barrios como Sant Antoni, Gràcia y el entorno del paseo de Gràcia, otras zonas de uso intenso.

Basuras sin recoger en el barrio del Raval de Barcelona / METRÓPOLI - PABLO MIRANZO

También a partir del 7 de marzo se empezarán a renovar los contenedores de la ciudad. La idea es hacerlo de forma progresiva. Primero en los cinco distritos en los que se empezará a aplicar la nueva contrata y, a partir de septiembre, en el resto de territorios. En el conjunto de Barcelona se deben sustituir unos 25.200 contenedores. Los cambios se harán a razón de 800 a 1.000 por semana. Los nuevos serán más bajos e incorporarán el sistema para convertirlos en inteligentes. La limpieza de los propios contenedores también se intensificará.

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