Orines, palizas, coches destrozados y pastillas para dormir. Esta es la pesadilla que sufren desde hace más de 30 años los vecinos y vecinas de la calle Pere IV del barrio de Poblenou, en Barcelona.
El vecindario, lejos de serenarse, ha decidido llamar la atención y ha salido a la calle para manifestarse. Lo ha hecho este viernes, 4 de marzo, por la noche, coincidiendo con las fiestas de algunos grupos de jóvenes. En la marcha nocturna, decenas de vecinos y vecinas han mostrado unas pancartas con mensajes como "Stop botellón" o "Volem dormir".
"NO APARCAMOS EL COCHE AQUÍ"
Hace unas semanas, este grupo de vecinos ya denunciaba a este medio la situación que vivían cada fin de semana. "Lo típico es que empiecen los miércoles por la noche hasta el sábado", comenta a Metrópoli una vecina afectada, Griselda.
Sin ir más lejos, Griselda comenta que ningún residente de la zona aparca su coche en la calle ni en las cercanías. "Tenemos que ir fuera porque si los dejamos aquí nos revientan los cristales o se ponen a saltar encima".
VÓMITOS Y PELEAS
Vómitos y orines en los portales de los edificios son la estampa habitual de la zona. "Intentan quemar y romper los toldos de los bares también". Un salvajismo que culmina, en ocasiones, con palizas, como la que sufrió un chico un fin de semana cuando volvía de fiesta en la calle de Ramon Turró.
Los vecinos aseguran que es imposible dormir entre los miércoles y los sábados. "A la una de la mañana ya no escuchas ni la televisión". Los jóvenes suelen acudir a la fiesta con enormes altavoces que portan en mochilas y que añaden a la noche música por todo lo alto. "No podemos dormir sin tapones y pastillas".