El objetivo de Barcelona: captar 20 millones y crear 40.000 empleos tecnológicos

El Ayuntamiento de Barcelona prevé captar una inversión de 20 millones de euros en el sector tecnológico y generar en 10 años 40.000 puestos de trabajo en empresas de innovación científicas. El consistorio ha anunciado este jueves la inversión de 10 millones de euros al Fons Deep Tech para proveer de financiación los proyectos tecnológicos avanzados.

La implantación de este fondo pretende ayudar a las start-ups y las spin-off científicas y tecnológicas para que accedan al mercado. Se espera que esta inversión atraiga el doble de inversión privada, logrando como mínimo 20 millones de euros.

ACTIVACIÓN ESTE OTOÑO

El fondo tecnológico se activara este otoño de 2022 y ayudará a fomentar la innovación y la transferencia de tecnología en Barcelona, facilitar la intermediación del conocimiento entre la investigación y la empresa y a acelerar la promoción de proyectos emprendedores desde el entorno científico. También ayudará a financiar a los actores del ecosistema de Barcelona y atraerá la implantación de empresas con tecnología deep tech en la ciudad.

Estas empresas innovadoras surgen de un descubrimiento científico o de una innovación tecnológica disruptiva que requieren más tiempo e inversiones para comercializar sus productos. Estas compañías aplican técnicas como el big data, inteligencia artificial o el machine learning para encontrar soluciones innovadoras: el uso de la inteligencia artificial para prevenir ciberataques o el uso de base de datos masivos o para mejorar los diagnósticos y tratamientos médicos.

IMPACTO DE 235 MILLONES SOBRE BARCELONA

Este fondo públicoprivado forma parte de Barcelona Innovation Coast (BIC), una iniciativa que quiere impulsar la innovación a todos los niveles en Barcelona. Entres sus proyectos se encuentra el Deep Tech Node, un espacio de mentoring y acompañamiento para gestionar spin-offs y start-ups. Se prevé que el BIC tenga un impacto directo en la creación de 40.000 empleos en la próxima década. Esto se traduciría en un impacto de 235 millones de euros sobre la capital catalana.