Un decreto de emergencia de Narcís Serra puso fin a una huelga de basuras en 1981

Barcelona se ha salvado de vivir una huelga de basuras. Este viernes por la tarde, los trabajadores y las empresas concesionarias del servicio han llegado a un acuerdo para firmar unas nuevas condiciones laborales y la huelga prevista entre el 24 y el 29 de abril ha quedado desconvocada. La última huelga databa de 1982, hace 40 años

Por aquel entonces, en la ciudad gobernaban PSC, PSUC y ERC y el alcalde era el socialista Narcís Serra. Un año antes, en 1981, el Ayuntamiento ya tuvo que hacer frente a una huelga que se descontroló y que acabó con las calles de la ciudad llenas de toneladas de basura. La protesta se inició el 2 de febrero por motivos similares a los que ahora enfrentaban a los sindicatos y a las compañías: la falta de acuerdo en las condiciones salariales entre los trabajadores y la empresa privada FOCSA, que era la principal concesionaria.

RIESGO SANITARIO

Tras tres días después, el 5 de febrero, ante el temor de una pérdida de popularidad y presionado por los medios de la época, que señalaban al Ayuntamiento de mantener un tibio papel en el conflicto laboral cuando era responsabilidad suya garantizar la ciudad limpia, Serra firmó un decreto de emergencia "grave" porque no se había recogido la basura en un 45% de los barrios de la ciudad y existía riesgo sanitario.

El Ayuntamiento incautó los camiones y el material de FOCSA y puso a las brigadas municipales de obras públicas y de Parques y Jardines a limpiar la ciudad. El problema era importante porque a la situación derivada de la falta de recogida se sumaron los destrozos provocados por los piquetes, que rompían bolsas y esparcían la basura por las aceras y quemaban contenedores. 

ACUERDO ENTRE FOCSA Y LOS TRABAJADORES

Aunque la situación mejoró, la huelga de los empleados de FOCSA continuó hasta el día 14 de febrero, nueve días despues de que Serra firmara el decreto de emergencia y durante los que trabajadores municipales sacaron de las calles de Barcelona 1.200 toneladas de basura. El 14 de febrero, el paro terminó tras alcanzar un acuerdo entre la compañía y el comité de empresa, que se tradujo en un aumento salarial del 14% y tres días más de fiestas para los basureros. 

La firma del decreto de emergencia por parte del PSC abrió una importante brecha en el gobierno municipal, especialmente con el PSUC. Serra destituyó al delegado del área de servicios, Javier Crespán, y los concejales del PSUC suspendieron toda actividad política. En cambio, el gesto de Serrra le hizo ganar popularidad entre la ciudadanía y poder político.

NUEVA HUELGA EN ABRIL DE 1982

Meses después, desde el 1 de abril de 1982, la ciudad vivió otra huelga de limpieza. De nuevo, el motivo fue la falta de entendimiento entre trabajadores y una de las empresas concesionarias. Pero con la experiencia anterior, el gobierno de la ciudad diseñó un plan de actuación para que las afectaciones fueran mínimas, informa el Arxiu Contemporani Municipal de Barcelona. Entre las medidas adoptadas se pidió a los ciudadanos y a los comerciantes que sacaran a la calles los mínimos residuos posible, que guardaran el vidrio, el cartón y el plástico, y que las bolsas no las dejarán junto a las casas o establecimientos sino que se llevaran a los puntos habilitados para ello.