El gimnasio público en Barcelona, 20 euros más caro que en Madrid

El gimnasio Aiguajoc, ubicado en el corazón del Eixample de Barcelona, se promociona en su página web como un centro deportivo que ofrece un bienestar físico y mental a través del fitness. Tiene 44 bicicletas para realizar spinning, un solárium, sala de squash, un pabellón, una piscina y zona de spa. Usar la piscina y el gimnasio en esta instalación municipal cuesta 50,37 euros mensuales. Es el abono que debe pagar un usuario medio de entre 17 y 65 años. Las familias monoparentales, numerosas y personas mayores de 65 años sí gozan de descuentos que abaratan en gran medida ese precio.

El Ayuntamiento de Barcelona gestiona 41 centros deportivos. Casi ninguno tiene el mismo precio, que varía en función de la entidad que gestiona la instalación. La horquilla de tarifas es enorme. Metrópoli ha analizado en una decena de gimnasios el coste del abono que da derecho al uso de piscina y gimnasio. El baile de cifras de la Ciudad Condal contrasta con Madrid que sí tiene un descuento para los jóvenes y fija un mismo precio para el abono mensual de un adulto en toda su red de instalaciones: 29,50 euros al mes.

HASTA 54 EUROS EN EL CARMEL

En el barcelonés barrio de Trinitat Vella se encuentra uno de los centros más económicos: 31,10 euros por un adulto de entre 19 y 64 años por hacer deporte en el gimnasio y la piscina. La matrícula cuesta 20 euros. En el Carmel, sin embargo, otro barrio de clase trabajadora, el precio se puede disparar hasta los 54 euros mensuales. Es lo que cuesta el Centre Esportiu Municipal El Carmel. El centro del Guinardó cuesta entre 40 y 50 euros.

Los precios públicos de Barcelona confrontan con los de Madrid, una ciudad que sí unifica las tarifas. Realizar deporte en las instalaciones públicas de la capital española resulta bastante más económico que hacerlo en Barcelona. Los jóvenes, considerados en la franja entre 15 y 26 años, pagan menos: 23,60 euros. En Barcelona sí existen descuentos para personas en el paro, como los 19,16 euros que cuesta el abono en Aiguajoc o los 21,93 euros en el Bon Pastor.

MODELO PÚBLICO-PRIVADO

Una portavoz del consistorio barcelonés explica que los precios públicos se regulan a través de las ordenanzas aprobadas por el Ayuntamiento anualmente. “La política de tarifas con descuentos tiene como objetivo favorecer la igualdad de oportunidades para acceder a unos equipamientos que son, sobre todo, un servicio básico para la ciudadanía”, explica. Existen en total 200 tarifas diferentes, según el Ayuntamiento, que también contempla personas refugiadas.

Espacio para hacer deporte en el gimnasio de Can Felipa del Poblenou / CAN FELIPA

El asesor de Deportes de ERC Barcelona, Carles Escuredo, valora positivamente el "modelo púbico-privado" de gestión de los CEMS (Centres Esportius Municipals), los centros deportivos municipales. Explica que este modelo, ideado hace más de 30 años, permite una gestión “de proximidad” en un momento en que el Ayuntamiento no podía asumir la inversión directa que hubiera supuesto gestionar directamente todos los centros. “Siempre se puede mejorar”, comenta el relación a las tarifas, aunque precisa que hay que tener en cuenta que Barcelona es una de las cinco ciudades del mundo donde más deporte se practica.

52 EUROS EN GRÀCIA

A diferencia de Madrid, ningún centro deportivo municipal de Barcelona está gestionado directamente por el Ayuntamiento. Fundaciones, clubes, asociaciones y entidades llevan el día a día de la gestión deportiva. Basta con echar un vistazo en las páginas webs de los gimnasios. La política de precios, las instalaciones y las clases varían en función del centro.

Las elevadas tarifas del Carmel y el Eixample no son casos aislados. En el Centre Esportiu Municipal Can Toda (Gràcia) –que este año celebra los 50 años– el abono mensual cuesta 52 euros. En la instalación de Horta el precio es de 45,95 euros y algo inferior en Bon Pastor (43,68 euros). En Can Felipa, uno de los pocos centros con piscina olímpica de 50 metros, los nadadores desembolsan 49,23 euros mensuales. Todas las tarifas se encuentran lejos de los 29,50 euros de Madrid.

UNIFICAR CRITERIOS

La disparidad de los precios públicos preocupa a la Unió de Federacions Esportives de Catalunya (UFEC) que entre sus actuales reivindicaciones se encuentra la “unificación de criterios” para fijar los abonos. La entidad propone que todos los distritos de la ciudad compartan la normativa de solicitud y la cesión de espacios. También pide la gratuidad para todos los usuarios mayores de 65 años y los que hayan pagado un abono durante 10 años. Además, reclaman una subvención municipal para estas entidades gestoras con el objetivo de “cubrir el coste”.

Sala de Fitness en el centro Sant Jordi / SANT JORDI

Para Escuredo, la gran diferencia de precios entre centros como el de Trinitat y el Carmel se explica por el “margen” que tienen los distritos a la hora de fijar las tarifas. “El problema es que los CEMS se hacen competencia entre ellos”. Algunos centros dependen directamente del Institut Municipal Barcelona Esports, mientras que otros dependen de los distritos. En algunos gimnasios se niegan a ofrecer sus tarifas por teléfono y solo los facilitan en persona. En la urbe madrileña, salvo muy contados casos, todos los centros están gestionados directamente por cada distrito de la ciudad.

DESCUENTO ENTRE JÓVENES

Las tarifas son más agradecidas para familias y jubilados. La tarjeta rosa para las personas de más de 65 años permite hacer deporte por un precio reducido que, de nuevo, cambia en cada gimnasio. En Aigua Joc (Eixample) cuesta 28,47 euros, mientras que en el CEM La Bordeta el precio es de 25,78 euros. En este último centro una familia monoparental solo paga 44,70 euros para hacer deporte, mientras que la cuota familiar tiene un coste de 89,49 euros.

El consejero de distrito de Sant Andreu recuerda que el Ayuntamiento aceptó en 2019 un ruego sobre un descuento en el abono del 33% para los jóvenes y que el consistorio no ha aplicado. En su petición, los independentistas apuntaban que 3 de cada 10 jóvenes de la ciudad no practican deporte por motivos económicos. También hacían referencia al informe de salarios de 2017 según el cual el salario medio de los jóvenes es un tercio inferior a la media.