La superilla del Eixample ya cuenta con una nueva denuncia. Josep Antoni Acebillo, exarquitecto jefe del Ayuntamiento de Barcelona, la ha llevado a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya por vulnerar la legislación de urbanismo.

El que fue uno de los grandes arquitectos de los Juegos Olímpicos de Barcelona, pide que se paralicen los trabajos cautelarmente para evitar la comisión de delitos y un gasto público superior a 100 millones de euros, según ha informado La Vanguardia.

"CAMBIO RADICAL"

Acebillo, que está representado por los abogados Francesc Jufresa y Ferran Grasas, asegura que la transformación de las calles de Consell de Cent, Rocafort, Borrell y Girona en ejes verdes y la creación de confluencias en estas vías y la calle de Enric Granados resulta un “cambio radical en la vialidad y en sistema de movilidad del centro, eliminando por la vía de hecho la circulación de vehículos en las calles afectadas". Esto obliga a "vecinos, trabajadores, comerciantes, usuarios y a los ciudadanos en general a utilizar otras calles".

El escrito apunta que, con esta actuación, se pretende “finiquitar, incluso demoler físicamente, la estructura diseñada en su día por Ildefons Cerdà” mediante el levantamiento del "pavimento y colocando mobiliario urbano y elementos vegetales que impidan, incluso físicamente, el paso de vehículos, modificando así y haciendo irreconocible el sistema viario del núcleo central de la ciudad”.

Josep Acebillo, exarquitecto jefe del Ayuntamiento de Barcelona, en las instalaciones de Metrópoli / LENA PRIETO

MODIFICACIÓN DEL PGM

Acebillo denuncia que la reforma “se ha tramitado como si se tratara de simples obras ordinarias de urbanización”, sin realizar una "modificación del planeamiento vigente, concretamente el Plan General Metropolitano (PGM)”. Por contra, apunta, el consistorio tan solo ha hecho un proceso de información pública que tacha de “paripé de cara a la galería mediática” que carece de documentación acreditativa.

El exarquitecto jefe municipal recuerda que “los espacios afectados dejarán de cumplir su función básica de hacer posible la movilidad en la ciudad y pasarán a integrarse en el sistema de parques y jardines”, y advierte que en caso de llevar a cabo una restauración del área modificada para devolverla a su estado actual, supondría un gasto superior a los cien millones para las arcas públicas.

"INSEGURIDAD JURÍDICA"

En una entrevista para Metrópoli, Acebillo aseguró que la superilla del Eixample no se llevaría a cabo al no poderse tolerar la "inseguridad jurídica". "Cuando planteen la modificación del PGM, los ciudadanos la tumbarán. Y si el gobierno de Colau intenta conseguirlo con “hechos consumados” como hasta ahora, los ciudadanos también actuaremos porque el urbanismo es reglado y no discrecional", señaló.

El exarquitecto jefe municipal también defendió la necesidad de denunciar al consistorio para frenar sus políticas urbanísticas, y lamentó la imposición del urbanismo táctico a raíz de la pandemia "cuando los ciudadanos, muy preocupados, apenas tenemos capacidad de respuesta". Acebillo también fue crítico con la conexión del tranvía por la Diagonal, al realizarse "sin un proceso participativo específico, sabiendo que anteriormente se había celebrado un referéndum que desestimaba dicha opción".

El colectivo Salvem Barcelona ya denunció esta superilla, mientras que la Cámara de la Propiedad Urbana de Barcelona presentó alegaciones al proyecto.