La nueva medida del Gobierno de Pedro Sánchez de limitar a 27 grados la temperatura de los aires acondicionados en lugares públicos y establecimientos comienza a generar problemas. La Associació Passeig de Gràcia (APG), que aglutina a los comercios, empresas y vecinos de la zona, ha pedido que se tenga en cuenta la humedad ambiental a la hora de regular la temperatura máxima de los establecimientos.
Si bien aseguran que estan a favor de la norma como herramienta para reducir el consumo energético, sí ven un fallo en la generalización que ésta hace. Y es que, según han explicado, "no es lo mismo 27 grados con un 40% de humedad, como suele tener Madrid, que con un 80% (como solemos tener en Barcelona)".
LA NORMA POTENCIARÁ EL COMERCIO ELECTRÓNICO
Por ello, consideran que lo correcto sería hacer la norma basándose en la humedad de las ciudades, pues cuando una zona tiene una gran humedad ambiental, aumenta la sensación de bochorno.
También concretan que para deshumidificar el ambiente se necesita tanta energía como para enfriarlo. Creen que, en estas condiciones, 27 grados es una temperatura demasiado elevada e incomodará a los clientes, que se decantarán "por el comercio electrónico".
CALLES OSCURAS, CALLES INSEGURAS
Las medidas "parecen tomadas un poco a toda prisa, sin haber escuchado a los representantes de los sectores económicos que afectan muy directamente y con aparentemente poco respeto para el reparto competencial entre el gobierno central y las comunidades autónomas", consideran.
La APG también ha criticado el apagado de luces. Creen que es una medida "de cara a la galería" y "para generar titulares" pero aseguran que la mayoría de comercios usan luces LED, lo que reduce drásticamente su consumo. Además, apagar las luces a las 22:00 horas haría de las calles un lugar "más oscuro e inseguro".