Una oferta laboral en el Liceu tensiona a sus trabajadoras de sastrería

Saltan las alarmas en el Liceu de Barcelona. Los trabajadores han puesto el grito en el cielo después de que, tras hacerse pública la situación de precariedad laboral que sufren varias trabajadoras en el departamento de sastrería, el teatro de ópera de fama mundial haya sacado una oferta de ocho vacantes para integrar ese mismo servicio en régimen de fijo-discontinuo.

El sindicato CGT argumenta que esas plazas ponen todavía en mayor peligro -como ya adelantó Metrópoli- a las trabajadoras, que luchan por cambiar su régimen laboral de fijo-discontinuo hacia el fijo-indefinido tras 23 años trabajando para la institución. Ahora, con un proceso judicial en marcha, ven como peligra su estabilidad por el reparto de la carga laboral.

En conversaciones con este medio, la organización laboral detalla que solo hay cuatro trabajadoras en este régimen y que se reparten, junto a sus compañeros fijos, la carga de trabajo. Con la incorporación de ocho nuevos integrantes, el volumen de trabajo por cada empleado descenderá y eso repercutirá en el salario de las trabajadores de sastrería. "Están martirizando a unas empleadas que ya están de los nervios", aseveran.

Se trata, siempre según los representantes de los trabajadores, de una forma de "humillar" y "presionar" a esas empleadas del servicio que viste a los divos y divas de la ópera. También consideran que la oferta es "ofensiva" para los trabajadores que entrarán nuevos en la plantilla, porque trabajarán lo mismo que sus compañeros indefinidos pero cobrando y cotizando menos.

Sea como fuere, este movimiento se une a otras cuestiones, como unas presuntas quejas de un miembro del departamento de coros hacia una de las sastras damnificadas que sospechan que son falsas, aunque "nunca lo han podido demostrar". CGT explica que las cuatro trabajadoras están al límite por lo insostenible de su situación.

Una escena de la ópera 'Norma' en el Liceu / LICEU

En respuesta a las preguntas formuladas por este medio, el Liceu confirma la oferta lanzada. Por otra parte, el teatro asegura que "lejos de perjudicar a nadie, lo que hace es favorecer a las personas que eran contratadas de refuerzo mediante contratos temporales y no continuos, dando también cumplimiento al RD-LL32/2021 que pretende la estabilidad mediante esta modalidad contractual".

Asimismo, aseveran que esta oferta "no afecta en absoluto a ninguna persona del departamento de sastrería", sino que "aporta estabilidad en el empleo de las personas que refuerzan la plantilla del Departamento".

EMPLEOS SIN SENTIDO

De nuevo, y como ya ocurre con las cuatro trabajadoras cuyo empleo corre peligro, el sindicato argumenta que el régimen de fijo-discontinuo en el Liceu carece de sentido por la falta de estacionalidad. "La temporada del Liceu comienza el 1 de septiembre y termina el 31 de agosto" y las obras que se interpretarán en la institución cultural están programadas a tres años vista, concretan. 

Una escena de 'Il Trovatore', de Ollé, en el Liceu / LICEU

Añaden que no es necesario añadir un grupo empleados fijos-discontinuos porque los picos de trabajo son fácilmente previsibles, sino que todo debe pasar por ensanchar la plantilla indefinida y organizar mejor los turnos y las cargas de trabajo. En este sentido, interpretan este escenario como un nuevo esfuerzo por parte de la institución para sortear los objetivos que perseguía la reforma laboral de 2021 y "ahorrar un dinero".

BOICOT A LA NAVIDAD

El sindicato ha detallado que la campaña informativa que desde hace semanas está llevando a cabo está dando sus frutos. Por el momento, otros departamentos han mostrado su desacuerdo y su rechazo al trato que reciben las cuatro empleadas, como es el caso de los integrantes de la orquesta y los coros. Tan es así que los departamentos de orquesta y sastrería no han acudido a la copa de Navidad propuesta por la institución en señal de protesta.

Una escena de 'Gianni Schicchi', de Puccini, dentro de 'Il Trittico', en el Liceu / LICEU

Por el momento, CGT asegura que no están contempladas más acciones contra el Liceu. Sin embargo, de ser necesarios nuevos movimientos, apuntan a pedir cita con las administraciones públicas que integran el patronato, como la Diputación de Barcelona, la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona y Ministerio de Cultura de España.