El Eixample de Barcelona superó los límites de contaminación aérea en 2022. En toda Catalunya se cumplieron los valores de referencia marcados por la legislación de los principales contaminantes del aire. Solo se superaron puntualmente en dos estaciones, en la barcelonesa del Eixample y en la de Manlleu.
SUPERACIONES PUNTUALES
El Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat ha publicado el anuario de la calidad del aire en Cataluña correspondiente al año 2022, a partir de los datos obtenidos con la red automática de medición de la calidad del aire. Según este informe, las estaciones se mantuvieron en los valores de referencia marcados por la legislación en lo que se refiere a partículas de diámetro inferior a 2,5 micras, dióxido de azufre, sulfuro de hidrógeno, monóxido de carbono y benceno, mientras que el dióxido de nitrógeno y las partículas de diámetro inferior a 10 micras presentaron superaciones puntuales.
En concreto, en dióxido de nitrógeno (NO2), de los 63 puntos de medición que determinan este contaminante en toda Catalunya, se incumplió el valor límite anual legislado en un único punto de medición de la ciudad de Barcelona, en la estación del Eixample.
Esta es una de las tres estaciones representativas de las condiciones de la calidad del aire en zonas de tráfico urbano intenso en Barcelona y es el punto en el que se llegó a 42 microgramos por metro cúbico de NO2, cuando el límite está fijado en 40.
METEOROLOGÍA
Sin embargo, en el cómputo de este valor hay que considerar, por su influencia relevante, los episodios de aportaciones transfronterizas de partículas naturales procedentes de zonas desérticas del norte de África (episodios africanos) que contribuyen a superar los valores legislados.
En este sentido, aparte de la influencia de las actividades humanas, la meteorología tuvo un papel destacado en el 2022 en la contaminación, con numerosos episodios de intrusiones de polvo africano, períodos de estabilidad atmosférica con estancamiento de los contaminantes y situaciones de calor extremo en verano que contribuyen al aumento del ozono troposférico, ha resaltado el Departamento de Acción Climática.