La churrería Alpuente se ha convertido en la más viral de TikTok. La gran calidad de sus churros, sumado al boom de las redes sociales han hecho que sus ventas crezcan exponencialmente, convirtiéndose en el sitio favorito de los influencers. Es un sitio con más de 67 años de historia en Barcelona y que recientemente ha tenido que cerrar en contra de su voluntad. Metrópoli ha podido hablar con Juan, su propietario, que ha explicado la situación límite en la que se encuentra por un supuesto error del Ayuntamiento.

Durante los últimos ocho años, la famosa churrería estaba ubicada al lado del Mercat dels Encants, pero en octubre del año pasado tuvo que cambiar de ubicación y fue entonces cuando empezaron los problemas. "El consistorio tenía que hacer 236 pisos de protección oficial y cambiaron de manera provisional mi ubicación, trasladándome a la calle de Padilla, al lado del Teatre Nacional y el Auditori", dice Juan.

Juan Alpuente atiende a sus clientes en la churrería más viral de Barcelona / METRÓPOLI

Juan necesita luz para poder trabajar y pidió al Ayuntamiento que le montaran la instalación eléctrica. Según su testimonio, pusieron un cable que iba desde la churrería hasta una farola y que luego bajaba hasta la caja del contador. "A mí me parecía raro, pero fue algo del consistorio, di por hecho que era lo correcto".  Pasados más de seis meses, vino un inspector y le explicó al churrero que la instalación de electricidad era fraudulenta.

'NO PUEDO TRABAJAR SIN LUZ'

El hombre, que tiene más de 40 años de experiencia en el negocio de los churros, le comentó al trabajador de Endesa que ese problema lo había generado el Ayuntamiento. "Me abrió un expediente y me quitó el cable, dejándome sin luz y sin poder trabajar", lamenta. Juan pidió ayuda al gobierno municipal, pero asegura que no le solucionaron el problema: "Me conectaron la electricidad de manera fraudulenta y no me ayudaron en nada". 

El famoso churrero está convencido de que el Ayuntamiento tiene recursos para ayudarlo, pero "están pasando de todo". Aprovechando el gran altavoz que tiene en redes sociales, pidió ayuda a sus seguidores. Consiguió contactar con un trabajador de Endesa que le está ayudando con todo este proceso. No obstante, se encuentran con un problema: la falta de respuesta del Ayuntamiento, que impide seguir con los trámites.

'LA CULPA ES DEL AYUNTAMIENTO'

Instalar un contador eléctrico cuesta entre 5.000 y 6.000 euros. Juan Alpuente cree que estos gastos deberían correr a cargo del consistorio, ya que han sido ellos los presuntos responsables de esta situación. "Desde el Ayuntamiento dicen que esto es un tema mío con Endesa y que no se van a hacer cargo, pero realmente la culpa es de ellos. En la compañía eléctrica me han ayudado y ha sido gracias a ellos que he podido llegar hasta aquí", explica el churrero.

Clientes esperan para ser atendidos en la churrería Alpuente / METRÓPOLI

Alpuente lleva desde mayo sin poder trabajar y teme que esta situación se alargue más meses. "Siento impotencia, no puedo estar tanto tiempo sin ingresar nada, encima por algo que ni siquiera es mi culpa", concluye.

LA VERSIÓN DEL AYUNTAMIENTO

El Ayuntamiento de Barcelona asegura a este medio que al tratarse de una instalación privada, no pueden asumir ningún coste: "Él está en trámites con Endesa, pero no quiere hacer frente a los gastos porque considera que son muy elevados y entonces pide que lo asuma el consistorio". El gobierno municipal reitera que ellos hicieron el traslado de la instalación siguiendo las indicaciones de los técnicos eléctricos y que fue entonces cuando la compañía detectó que no tenía el contador ni pagaba los consumos.

"Después de esto la compañía le comentó al propietario que tenía que regularizar la situación poniendo un armario en la vía pública. El distrito le ofreció ayuda para agilizar los trámites de instalación con la empresa, dejando claro que se trataba de un problema entre Endesa y el cliente y que, por lo tanto, los gastos derivados correspondían al abonado", dice el consistorio, que remarca que el mismo afectado comunicó al distrito que lo iba a solucionar con ayuda del gremio de paradistas y de Endesa

'ELLOS TIENEN MÁS PODER QUE YO'

Juan Alpuente sigue pensando que la actuación del consistorio no ha sido la correcta: "Me da rabia que no se muevan. Ellos tienen más poder que yo. Se escudan en que movieron los papeles, pero no es verdad. Podrían haber conectado mi parada a cualquier otro contador y no lo han hecho. Me he tenido que encargar yo de todo y nunca me he negado a pagar. Creo que lo justo es que lo hagan ellos, porque son los que me han metido en el lío", concluye el famoso churrero.

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