El comercio se reconcilia con el gobierno de Barcelona tras el ‘susto’ de Consell de Cent

Una relación distinta, de confianza y de colaboración. Es lo que buscaba el comercio en la ciudad de Barcelona y que ha encontrado con el nuevo alcalde, el socialista Jaume Collboni. La sentencia de la magistrada del juzgado contencioso-administrativo número 5 de Barcelona, que ha ordenado revertir la superilla de Consell de Cent tras las alegaciones que presentó la entidad Barcelona Oberta, puede suponer ese cambio drástico que se reclamaba. Tras ese ‘susto’, porque la propia entidad pedirá que no se ejecute la sentencia, para no revertir ese eje verde de Consell de Cent, el tejido económico y comercial de la ciudad ha comenzado a “dialogar” con el Ayuntamiento de Barcelona para llegar a acuerdos “conjuntos”.

Esa es la posición de Barcelona Oberta, que preside Gabriel Jené, y también de la patronal Foment, que quieren dejar atrás de forma definitiva la experiencia con los comunes de Ada Colau. El enfrentamiento continuo, sin la posibilidad de diálogo –las entidades insisten en que Colau nunca se prestó a esa posible colaboración— dará paso ahora a una “mesa de diálogo” para mejorar el urbanismo de la ciudad, comenzando por las obras de Via Laietana, y en otros ejes verdes del centro de la ciudad. El objetivo es “mejorar el medio ambiente, claro, pero también permitir que el centro siga conectado y se asegure el comercio de los visitantes”, según Jené.

El jurista José Soria; el secretario general de Foment, David Tornos, y Jordi Jené, presidente de Barcelona Oberta / MA

Al PSC de Jaume Collboni esas entidades le reprochaban que no tuviera una posición más firme a lo largo del pasado mandato de Ada Colau. Pero también entienden que fueron los comunes los “intransigentes y sectarios”, y que la reforma de Consell de Cent se implementó con toda la celeridad posible, ignorando todas las advertencias, también las de los propios socialistas, con quien gobernaban en coalición, pero que estaban en minoría en el consistorio. Ahora las “cosas han cambiado”.

La actitud de una entidad como Barcelona Oberta, que agrupa a los principales ejes comerciales turísticos de la ciudad, es ahora diáfana. Jené ya ha hablado con el alcalde Collboni. Y su respuesta al ser preguntado sobre los efectos de ese diálogo y de la posibilidad de no ejecutar la sentencia –favorable a lo que había reclamado la entidad— es contundente: “Absolutamente”. Es decir, que ese diálogo que se abre ahora permitirá frenar otros procesos judiciales que se pudieran emprender contra actuaciones urbanísticas ya en marcha, como en Via Laietana o en otros ejes verdes de la ciudad.

En la misma posición está Foment del Treball. Su secretario general, David Tornos, insiste en que todo pasa por un entendimiento con el Ayuntamiento, y que si esa proximidad existe, como ya sucede ahora, los acuerdos llegarán en distintos ámbitos.

¿SOCIOS DE GOBIERNO?

Las entidades recibieron con satisfacción las primeras reacciones del equipo de gobierno de Jaume Collboni. Fue la primera teniente de alcalde, Laia Bonet, la que –tras anunciar que el consistorio presentará un recurso ante el TSJC para hacer valer el trabajo del equipo técnico—dejó claro que sin diálogo no habrá nada que hacer. “El no diálogo lleva a judicializar cuestiones como la de Consell de Cent”, señaló.

Para el PSC se trata de un precedente de enormes dimensiones. La sentencia sobre la superilla –teniendo en cuenta que no se ejecutará, y, por tanto, se mantendrá ese eje verde en el Eixample, aunque pueda comportar algunos cambios— supone validar la estrategia de los socialistas, que se distanciaron de los comunes en el último año de mandato por el llamado urbanismo táctico que impulsó Ada Colau y su mano derecha, Janet Sanz, muy cuestionada ahora.

La cuestión es saber qué camino tomará Collboni, cuando necesite un socio de gobierno. Ese momento llegará con la negociación de los presupuestos de 2024. El mundo del comercio, el tejido económico y comercial de la ciudad, le ha ofrecido ahora una respuesta: el diálogo lo puede protagonizar el PSC, pero con los comunes ha sido inviable. La nueva etapa, por tanto, se indica, deberá pasar por el PSC, pero junto a otros socios de gobierno.