Preocupación entre los cuerpos policiales ante el aumento de hurtos en el metro de Barcelona. Los robos en el suburbano han experimentado un alarmante aumento del 47,3% en 2023 en comparación con el año anterior. Esta tendencia genera una gran inquietud entre los usuarios, entre los que hay cada vez más víctimas de hurtos. Según adelanta Ràdio Estel, desde enero hasta septiembre se han producido 10.092 hurtos, 3.200 más que en el mismo período del 2022.
Los robos con violencia e intimidación en el metro también aumentan un 14%, con un total de 447 denuncias. En la misma emisora, el inspector Eduard Muñoz, responsable del área de transporte urbano de Barcelona de los Mossos d'Esquadra, asegura que los robos los cometen carteristas y ladrones de móviles, quienes en muchos casos llegan a Barcelona desde otros países para delinquir por temporadas. Pese a estas cifras tan negativas, el mismo inspector afirma que viajar en metro "es seguro".
TMB REBAJA LAS CIFRAS
Por su parte, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) rebaja estas cifras al compararlas con 2019. En declaraciones a Ràdio Estel, el director del centro operativo del metro, Alfons Andreu, manifiesta que los datos deben compararse con 2019, dado que la cifra de 2022 está alterada por los efectos de la pandemia, que hizo que cayera en picado el número de viajeros. Si se compara con 2019, los hurtos han disminuido un 16% y los robos con violencia un 10%.
'TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS'
Los viajeros deben tener especial cuidado a una zona especialmente sensible del metro. Se trata del Triángulo Rojo o el Triángulo de las Bermudas. Se habla de triángulo porque, si se trazan líneas sobre un mapa del metro teniendo en cuenta las estaciones más conflictivas, se dibuja un triángulo que afecta a todo el centro de la ciudad y algunas de las principales zonas de la playa. Según explica el sindicato de vigilantes de seguridad ADN a Metrópoli, esta zona, que hace unos años implicaba unas tres líneas del metro, ahora se ha ampliado y afecta a las cinco principales (L1, L2, L3, L4 y L5) y algunas de las estaciones de Rodalies más concurridas de la urbe.
En concreto, los tramos más calientes comprenden el segmento de la línea 1 o roja que va desde Espanya hasta Clot. En la L2 o morada, el segmento sensible es el que va desde uno de los extremos, Paral·lel, hasta la parada de Clot. En la línea 3 o verde, este tramo comienza en Sants Estació hasta Diagonal, pasando por Drassanes. La zona de alta delincuencia de la L4 o amarilla es la que va desde Barceloneta hasta Verdaguer. Finalmente, el tramo de la L5 o azul donde más hurtos se cometen es el que va desde Sants Estació hasta la Sagrada Familia.
Cabe destacar que también hay estaciones, como la de Vallcarca, donde es muy fuerte la presencia de carteristas aunque estén fuera de ese triángulo. Los ladrones se mueven por la zona en la que más turismo hay y, en este caso, el reclamo es el Park Güell. Las fuentes consultadas señalan que la franja horaria en la que más hurtos se cometen es al mediodía, cuando coincide el cambio de turno de guardia con la llegada de viajeros procedentes del aeropuerto y una densa afluencia de personas que usan el transporte público para ir a algún lugar turístico o a la playa.