España es el país con más víctimas de abusos sexuales por parte de la Iglesia católica. En la diócesis de Barcelona se contabilizaron, al menos, 47 víctimas, de las cuales 27 eran menores.
Así se desprende del Informe sobre los abusos sexuales en el ámbito de la Iglésia católica y el papel de los poderes políticos realizado por el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo. Se trata de un informe encargado por el Congreso de los Diputados y que goza de gran relevancia tras décadas de silencio y negación por parte de la Iglesia española.
COLEGIOS CON CASOS DE ABUSOS
En Barcelona son numerosos los casos de colegios religiosos que han estado en el foco mediático por abuso sexual. El informe recoge parte de los casos detectados, ya que algunas de las congregaciones religiosas no han revelado el lugar donde se produjeron los abusos. Los centros que se indica en el informe son:
- Escola Pia Calassanci
- Jesuitas Casp Sagrado Corazón de Jesús
- Colegio Jesuitas Sant Ignasi de Sarrià
- Colegio La Salle Congrés
- La Salle Josepets
- Manyanet Les Corts
- Manyanet Sant Andreu
- Colegio Salesiano Rocafort
- Colegio Sant Josep Oriol
No obstante, gracias a un dosier elaborado por El País, se tiene constancia de más abusos en otras escuelas barcelonesas:
- Colegio Corazonista de Barcelona
- Colegio Salesianos de Horta
- Colegio La Salle Bonanova
- Colegio La Salle Comtal
- Colegio Marista Valldemia
- Colegio Sagrado Corazón Hermanos Corazonistas
- Escolanía del Sagrado Corazón, Barcelona
- Escuelas Pías de Sarrià, Barcelona
- Iglesia de San Cayetano
MÁS AGRESORES EN BARCELONA
Según el informe del Defensor del Pueblo, la mayoría de agresores son sacerdotes (85,5%). En la diócesis barcelonesa se encuentran gran parte de ellos, con un total de 39 agresores comunicados.
CASOS MÁS MEDIÁTICOS
El informe también se hace eco de los casos de abusos sexuales más mediáticos sucedidos en centros religiosos de Barcelona. Es el caso del colegio Claret, cuando en 2019 varios exalumnos denunciaron a un religioso claretiano, quien había ejercido como su profesor, por abusos sexuales ocurridos hace dos décadas.
Gran parte de los abusos sexuales salpican a dos de las congregaciones religiosas más importantes en la ciudad: los Jesuitas y los Maristas.
En 2019, el escándalo estalló en el colegio de los Jesuitas de Sarrià, cuando varios exalumnos denunciaron a los sacerdotes Pere Sala, Antoni Roigé, Josep Antoni Garí y Lluís To. Más tarde salpicó al colegio de Casp, con Francesc Peris y Francesc Roma como presuntos abusadores.
La situación suscitada por los destapados abusos de la congregación de los jesuitas puso en tela de juicio la reputación de la escuela católica. Esta convulsión pasó también a los Maristas después de destaparse los abusos de Joaquim Benítez, un exprofesor de educación física del colegio de los Maristas en Sants-Les Corts.
PROTEGER A LAS VÍCTIMAS
Familiares de las víctimas afectadas por los maristas crearon la Associació Mans Petites que instauró en 2020 la Comisión de acogida a las víctimas de abusos sexuales de casos prescritos. Su portavoz, Manuel Barbero, reconoce que el informe demuestra que los abusos en la Iglesia "siguen siendo un verdadero horror". No obstante, crítica a este digital que la manera de hacerlo "no ha sido la más adecuada por la falta de colaboración de la propia Iglesia". Barbero también reclama que se constituya una 'Comisión de la Verdad' y que se legisle la no prescripción de este tipo de delitos.
Sobre la medida del Gobierno de aprobar un fondo estatal para compensar a las víctimas, Barbero considera que la sociedad no es quien tiene que pagar. "Debe ser la propia Iglesia quien lo haga, y tendría que empezar a pensar ya cómo lo va a hacer", asegura.
LA IGLESIA RESPONDE
Tras la publicación del informe, la Iglesia no tardó demasiado en pronunciarse al respecto. El presidente de la Conferencia Episcopal Española y cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, aseguró que "las cifras extrapoladas por algunos medios son mentira y tienen intención de engañar", quien no obstante reconocía que cada víctima "es un drama terrible a la que pedimos perdón y acompañamos".
A su respuesta, Barbero asegura a Metrópoli la negación "sólo produce más daño" y el cardenal Omella "debería ser más empático y conciliador".
MÁS TRANSPARENCIA
Estos casos, sucedidos en la ciudad de Barcelona, se suman a otros destapados de manera en Catalunya, como los de la Abadía de Montserrat, situaciones que han llevado a los obispos a pedir perdón públicamente.
Queda por ver si a raíz de estos casos la iglesia católica y sus instituciones más afines, como estos centros escolares de carácter religioso, realizan un mayor esfuerzo de transparencia y colaboración para dejar de lado los encubrimientos en favor de los afectados que, desde hace años, han callado los abusos que sufrieron siendo niños.