Barcelona entrará en estado de emergencia por la sequía en enero. Así lo ha explicado el conseller d’Acció Climàtica de la Generalitat, David Mascort, que ha matizado que se trata de la medida planificada por el govern siempre y cuando siga habiendo un déficit de precipitaciones. Sin embargo, "las previsiones meteorológicas no son buenas", ha detallado.

"Sabemos que estas decisiones no son agradables porque afectan a la vida de las personas y a la capacidad económica del país (...) pero es una situación muy complicada, cada vez nos queda menos agua y tenemos que alargar la vida del agua que nos queda todo lo que podamos", ha reflexionado. El momento en el que se declarará la fase de emergencia será cuando los embalses lleguen al 16% de su capacidad.

RESTRICCIONES

Entre las medidas principales se contempla la ya planificada limitación de litros de agua disponibles por persona y día. En un primer estadio, se pondrá un tope de 200 litros. En un segundo estadio, el límite se pondrá en 180 litros y, en un tercero, de 160 litros.

Actualmente, el consumo medio en la capital catalana se encuentra en los 173 litros por persona y día, por lo que en sus primeros estadios los ciudadanos no notarán diferencias destacables.

Una imagen del río Llobregat ARCHIVO

Mascort ha aclarado, en la misma línea, se limitará al 80% el uso agrícola del agua, al 50% en ganadería, un 25% en el uso industrial y en los usos recreativos un 25%.

Además de ello, la Generalitat contempla medidas especiales. Por el momento, se permitirá el riego de árboles y plantas en las ciudades y el uso de piscinas municipales de uso público y deportivo.

En los campos de fútbol, no se podrá regar para los entrenamientos, pero, en caso de necesidad, sí se podría antes de los partidos. "No obstante, sí pediremos que cierren vestidores y duchas, que es donde mayor consumo se produce", explica.