El cierre de la Bodega Cal Pep, crónica de una tragedia anunciada. La denuncia por ruido de una vecina ha desencadenado una serie de desencuentros entre la administración y este histórico local, abierto desde 1937, que ha terminado con una orden de cese de actividad este próximo martes, 19 de diciembre.

En marzo de 2022, durante la presentación de un libro, la Guardia Urbana de Barcelona irrumpió en el local e interpuso una querella por el ruido generado en el piso de la vecina de encima. Era la primera denuncia que recibía el local en sus más de 85 años de historia, pero fue suficiente para iniciar un trámite de cese de actividad hasta que Cal Pep no esté insonorizado.

CRÍTICAS AL AYUNTAMIENTO

Tanto la bodega como su abogado, Alberto García, asumen que la ley les obliga a insonorizar el local, pero recelan de la actitud del Ayuntamiento. "Hemos pedido un esfuerzo político para casos como este, pero hemos sido totalmente ignorados", señala García, quien tacha de "soberbia" la actitud del consistorio.

Cal Pep presentó un primer plan de insonorización que tenía un coste de 12.000 euros, que fue desestimado en hasta dos ocasiones por el consistorio. Finalmente, ha terminado presentando una nueva propuesta, con un inasumible coste de 40.000 euros, que aún no se ha determinado si se aceptará o denegará. Al no tener una notificación sobre si se aprueba la reforma del local, el negocio deberá cerrar el próximo martes. "Poner en marcha la orden de precinto antes de rechazarnos el proyecto es de mala persona. Y aún más hacerlo antes de Navidad", zanja García.

DIVERGENCIAS

En este punto llegan más divergencias entre el Ayuntamiento y Cal Pep. Mientras que el consistorio asegura que a Griselda López, propietaria del local, se le ofreció la posibilidad de aplazar el cierre del local si lo insonorizaba, el negocio lo niega rotundamente. 

Además, el Ayuntamiento asegura que los proyectos de insonorización no se presentaron hasta este pasado noviembre, mientras que Cal Pep afirma que desde julio estaban sobre la mesa del consistorio.

600 FIRMAS

Tras la presentación de más de 600 firmas para la persistencia del local, el Ayuntamiento planteó la posibilidad que "fueran los vecinos quienes financiaran privadamente la reforma". Mientras, la propietaria del inmueble, una sociedad patrimonial familiar, no se ha pronunciado sobre la financiación del inmueble.

Ante el advenimiento de la tragedia, la bodega ha pedido mediación hasta tres veces al Ayuntamiento, que ha respondido que "mediará siempre y cuando primero se ejecute la insonorización".

CRÍTICAS AL GREMI DE RESTAURACIÓ

"El Gremi de Restauració dice representar a todos los comercios, pero ellos están solo para sus historias. Su silencio, como siempre, es atronador: no moverán ni un dedo para defender nada que no sea su propio lucro", señala el abogado Alberto García.

Cal Pep denuncia diferencia de trato con las zonas del Port Vell o Enric Granados. "Mientras que a nuestra Bodega han venido quince veces y sólo una han podido denunciarnos, a las zonas calientes de Barcelona nunca acuden: la diferencia es abismal", concluye el abogado.