El sector de la paquetería comprende un tejido empresarial complejo. Las grandes plataformas de envío de productos online han logrado llegar desde China o Estados Unidos a casi cualquier rincón del mundo apoyándose en empresas locales subcontratadas. No obstante, no todas juegan limpio y se dan casos en los que, en el entramado de subcontratas, se vulnera presuntamente la legalidad. Esto es lo que denuncian varios trabajadores y extrabajadores de Montes Suescun, una subcontrata afincada en Barcelona de EcoScooting.
Según han explicado a Metrópoli varios empleados y exempleados de la empresa barcelonesa, propiedad de Luis Sánchez, Montes Suescun se vale de personas migrantes sin permiso de trabajo en España. Lejos de procurar la documentación necesaria para que, mediante un contrato, estos trabajadores puedan regularizar su situación, la compañía no oficializa todos los contratos, pagando en negro por el trabajo de repartir los paquetes.
CÉNTIMOS POR PAQUETE
"La empresa tiene entre 30 y 40 trabajadores, parte de los cuales son inmigrantes pagados en negro", detalla un extrabajador a este digital, que añade que "pagan entre 60 y 70 céntimos" por cada paquete entregado a estos empleados.
Pero no solo se trata de sueldos bajos, sino que, cuando un producto no se entrega al cliente, se aplican "penalizaciones de 50 euros" por cada paquete perdido. "Es muy habitual que, a final de mes, los trabajadores se encuentran con penalizaciones de las que no tenían constancia, por paquetes 'fantasma' que no existieron (...) sospechamos que se trata de una estrategia para pagarnos menos", declaran los perjudicados.
En este sentido, cuando se produce una supuesta pérdida de paquetes, la compañía lo notifica al trabajador, que tiene hasta tres días para solucionar el incidente. Sin embargo, "no nos facilitan los datos necesarios para intentar solventar el problema". Además, hay casos en los que "los trabajadores han dimitido al sufrir una pérdida o robo de paquetes", pues saben que la sanción puede ser tan grande que, a final de mes, no solo no cobrarán, sino que "les harán pagar".
RETRASOS EN NÓMINAS
La celeridad con la que aplican las sanciones, aseguran, no coincide con la de pago de los salarios. Si bien la notificación de los recargos es casi inmediata, es muy común que "a los recién contratados tarden casi dos meses en pagarles su primera nómina", explica otro trabajador, que quiere mantener su anonimato. "Cuando alguien se queja, el CEO de la compañía le amenaza con denunciarle a la policía para que lo deporten a su país", señalan.
Mariano (nombre ficticio), tiene una pequeña empresa familiar de reparto que trabajó como externalizada para Montes Suescun y asegura que han interpuesto una denuncia por impagos por los servicios. "Luis Sánchez nos ha llegado a deber más de 8.000 euros. No se podía hablar con él. Cuando le pedimos el dinero, amenazó con denunciarnos por haberle faltado al respeto, haberle robado 148 paquetes y haberle discriminado por su orientación sexual. Ninguna de las tres cosas era cierta. Hemos tenido que denunciarle para hacerle pagar porque no se podía razonar con él", lamenta.
ROBO DE PAQUETES
Las fuentes consultadas explican que hay empleados que, hartos de la situación, han decidido tomarse la justicia por su mano y han comenzado a robar parte de los paquetes que reparten como represalia, algo que repercute en la experiencia del cliente y en la calidad del servicio que prestan.
Sin embargo, Montes Suescun "interpone denuncias por robo" y cobra el valor de las pérdidas del seguro de la compañía, por lo que "no supone una pérdida de dinero", analizan.
REPARTO
"Los paquetes llegan desde China a Madrid. Desde allí, se transportan hasta los almacenes de Ecoscooting de Viladecans, lugar hasta en el que se acercan las varias empresas locales externalizadas para repartir y distribuir la paquetería. No obstante, hay otros lugares no oficiales de distribución, como es el parque de Trias i Gornal", en L'Hospitalet de Llobregat. A esos lugares, ubicados en la vía pública, acuden trabajadores en situación irregular, comentan.
Preguntados por este digital, desde EcoScooting explican que no tenían constancia de las citadas prácticas y que han iniciado una investigación interna para esclarecer los hechos.
Asimismo, aseguran haber recibido con preocupación la información y que, de producirse un incumplimiento de las cláusulas del contrato acordado con Montes Suescun, procederían a la extinción del mismo.
A la edición de este artículo, Montes Suescun no ha contestado a las preguntas formuladas por Metrópoli.