Blanca Espinosa, la vecina de 78 años a la que querían echar del piso en el que vivió por 55 años por un desajuste de menos de 90 euros ha sido, finalmente, desahuciada este jueves. 

La inquilina pasó toda su vida pagando un alquiler de renta antigua, de unos 340 euros. A raíz de un desajuste de 89 euros, derivado de unas obras en el piso que impuso la propiedad y que, encima, quedaron mal, se desató hace escasos meses la polémica por la orden de ejecución de desahucio.

DESAHUCIADA

Según ha avanzado Nació Digital, la vecina, que vivía en la calle del Boters, en El Gòtic, ya ha quedado fuera de su piso y, a partir de ahora, pasará a vivir en una pensión.

Durante meses, el colectivo vecinal Resistim al Gòtic, que desde el primer momento apoyó a Blanca, intervino en las negociaciones con el Ayuntamiento y la Propiedad. Se llegó, además, a alcanzar un acuerdo. Los propietarios querían cobrar unos 1.000 euros, por lo que Blanca continuaría pagando su alquiler mensual y la diferencia la abonaría el consistorio barcelonés durante casi un año, hasta que estuviera listo un piso social adjudicado.

NEGOCIACIÓN TORCIDA

Ahora, la entidad vecinal denuncia que un cambio de criterio por parte del Ayuntamiento ha hecho saltar por los aires todas las negociaciones. Aseguran que todas las partes ya habían dado su visto bueno al acuerdo hasta que el gobierno municipal se negó a hacer de aval para la anciana, algo a lo que el área de Derechos sociales se habría negado, aunque ya se ha hecho con anterioridad. Sin embargo, el Ayuntamiento argumenta que no puede "hacer de aval a terceros".

Al no alcanzar el acuerdo, la propiedad ha decidido ejecutar el lanzamiento a una mujer que vivió casi toda su vida en el mismo lugar y no faltó a una sola mensualidad. No obstante, este desajuste ha dado la capacidad legal de echarla del inmueble, lo que revalorizará el precio del mismo.

De hecho, la asociación vecinal tiene claro, según reza un comunicado, que se trata de una estrategia para echarla y aumentar las ganancias por el piso.

RAZONES SUFICIENTES

Pero la visión de la Justicia es otra. La Audiencia Provincial de Barcelona ha fallado de parte de la propiedad, al considerar que ese impago de 89 euros ya es suficiente para ejecutar el desahucio. No solo esto, sino que también consideran que la vecina no reúne los requisitos para considerarla en situación de vulnerabilidad. 

Esto se explica, según reflexionan los magistrados, porque la anciana tenía ahorros. En 2020, era propietaria de la mitad de un piso, parte que vendió en febrero de 2023. Este movimiento, calculan, debió procurarle unos 80.000 euros.