Alumnos y padres se manifiestan por el cierre de un colegio de Barcelona con 84 años de historia
Las familias disponen de solo cuatro días para matricular a sus hijos en otros centros para el próximo curso
8 febrero, 2024 10:41Inseguridad, incertidumbre, miedo. Aproximadamente un centenar de personas se han concentrado a las puertas del colegio Sagrat Cor de Ribes, ubicado en el barrio del Fort Pienc, para protestar por el cierre del centro. Alumnos y padres se han congregado unos minutos antes de la entrada de los alumnos y han protagonizado una cacerolada con pancartas y gritos de "No al cierre" y "Salvemos el Sagrat Cor".
Según han explicado a Metrópoli familias, la institución educativa ha sufrido un estrangulamiento gradual en los últimos años. Se trata de un colegio concertado, por lo que los padres pagan una matrícula por la escolarización de los pequeños. Por diversos motivos, no obstante, su número ha ido menguando.
Ya este último curso, el centro ha perdido los cursos de I3, I4 y 1º de Primaria. Ahora, y según un escrito que envió a las familias la dirección, la escuela cerrará todos los cursos el próximo año lectivo 2024-2025. Todos, salvo los de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), que seguirán abiertos todavía un curso más. Por tanto, un centro con 84 años de historia bajará por última vez la persiana a partir en junio de 2026
Estrangulamiento
Desde la dirección del centro apuntan a la falta de matrículas, provocado por el descenso de la natalidad en el barrio, lo que ha derivado en una caída de los ingresos. La institución ya no es sostenible económicamente.
Para la secretaria del AMPA, Tatyana Bogdanchikova, se ha ido poco a poco apartando al centro de la oferta educativa. "Sabemos de padres que marcaron al Sagrat Cor de Ribes como primera opción cuando sobraban plazas, pero les adjudicaron otro centro", lamenta. En los alrededores de la zona, aledaña al Teatre Nacional de Catalunya, se han levantado nuevos centros públicos en los que sí se está enviando a la gente. Por último, la viabilidad económica del centro se ve comprometida, en parte también porque unas 60 familias de las 200 que acoge "no pueden pagar el precio de las matrículas, al encontrarse en situación de vulnerabilidad".
Conversión
Por ello, una de las soluciones que las familias proponen es que el colegio, que hasta hace unos años ocupaba, todos los ciclos educativos, se convierta ahora en público. "La matrícula no es muy cara, pero hay familias que no pueden llegar", explica Bogdanchikova. Convirtiendo el centro en público, este problema se solucionaría para todos, a su entender.
Lo importante es mantener lo que "da valor" a esta institución educativa, que son "los profesores, los niños y los valores del centro"; valores que se plasman en uno de los carteles que cuelgan de la entrada, el único que no tiene un mensaje llamando a salvarlo: "Todo el mundo es bienvenido".
Abandonados
La noticia del cierre del colegio ha llegado en el peor momento posible: en pleno proceso de matriculaciones. "Recibimos la carta hace dos días, por la noche", critica Bogdanchikova. El plazo termina el próximo 13 de febrero, por lo que los padres disponen solo de cuatro días para solicitar la admisión de sus pequeños en otros centros.
"Desde el Consorci nos han dicho que enviarán a técnicos a la escuela para ayudarnos a rellenar las solicitudes", explica, pero niega la mayor. "Lo que no queremos es que nuestros hijos se separen". "También nos han dado un listado con los colegios y cursos abiertos, pero no sirve de nada, porque son tantos padres llamando que han dejado de coger el teléfono", afea.
Escolarización garantizada
Más allá de lo mencionado, todo lo que les queda es un plazo de cuatro días y una instrucción de lo que deben hacer, una suerte de sálvese quien pueda en el que lo que está en juego es la escolarización de sus hijos. El Consorci aseguró que esta estaría garantizada.
Por el momento, los padres y los alumnos han vuelto a emplazarse para esta tarde y volver a protestar, algo que planean repetir a lo largo de los próximos días.