Conflicto en el Port de Barcelona por el desacuerdo entre UGT y la dirección de la infraestructura que preside el republicano Lluís Salvadó. El sindicato de la policía portuaria denuncia presiones por parte de la administración para aprobar un acuerdo de mejora de sus condiciones bajo la condición de aceptar una externalización de funciones hasta ahora ejercidas por los agentes. En el preacuerdo entre CCOO --el sindicato mayoritario-- y la dirección y al que ha tenido acceso Metrópoli, se detallaba la incorporación de seguridad privada en los accesos automatizados del puerto. Una decisión que, para UGT, consistía en "privatizar un servicio público".
Según denuncian fuentes sindicales, el preacuerdo se hizo "a espaldas" de otros sindicatos, como es el caso de UGT. En este preacuerdo, la dirección --bajo los mandos de José Alberto Carbonell-- proponía "hacer un proceso continuado donde se automatizara el funcionamiento de las puertas de acceso a las instalaciones con asistencia de seguridad privada" que estaría "bajo el control, supervisión y dirección de la Policía Portuaria". El preacuerdo señala que durante 2024 se querían automatizar los accesos P5, P-25 y P-43 y que, posteriormente durante 2025 y 2026, lo harían los accesos P-29, P-30 y P-2.
Además de la externalización de los accesos de las instalaciones, el preacuerdo también detallaba una serie de medidas propuestas por la dirección y que el sindicato UGT no compartía al considerar que no estaban "bien detalladas". Entre estas propuestas se encontraba la compra de una embarcación durante la celebración de la Copa América y su posterior uso cuando sea requerido, el desarrollo de un modelo de segunda actividad para trabajadores de más de 58 años y una equiparación salarial del nivel 314.
El sindicato UGT no secundó estas propuestas al considerar que no atendía a sus peticiones. Fuentes de la policía portuaria detallan que entre las demandas reclamadas por parte de UGT estaba la utilización de las embarcaciones siempre que sea necesario, no sólo cuando el servicio lo permita o en eventos que lo aconsejen, que la segunda actividad para trabajadores mayores se rebajase hasta los 54 años, una equiparación salarial a nivel 312 y no 314, además de actualizar su Reglamento de 1976.
Presiones y "chantaje"
El desacuerdo condujo a negociaciones entre la dirección del Port y sindicatos. Entre las propuestas de la administración había, una vez más, la externalización del servicio de control en los accesos de las instalaciones, algo que no gustó a UGT. Fuentes del sindicato señalan a Metrópoli que las intenciones de la dirección eran aprobar la incorporación de seguridad privada urgentemente sin opción a participar en las negociaciones. Un extremo que el sindicato se negó a aceptar.
Desde el Port de Barcelona aseguran a este medio que se hizo una asamblea para aprobar las propuestas. Sin embargo, estas no fueron aceptadas por una "amplia mayoría de la plantilla". Desde UGT siguen reivindicando la necesidad de mejoras, tanto salariales como laborales, una equiparación salarial para todo el colectivo y dotar de arma de fuego a la Policía Portuaria. También reconocen que estarían dispuestos a trabajar junto con agentes de seguridad privada siempre que desde dirección se acepten sus propuestas.