El emblemático Hivernacle de Barcelona, una joya modernista situada en el Parc de la Ciutadella, ha vuelto a abrir sus puertas tras una esperada remodelación. Sin embargo, la reapertura de este espacio no ha estado exenta de problemas. Desde diciembre, una colonia de palomas ha convertido el lugar en su hogar, lo que ha generado serias preocupaciones tanto para los responsables del edificio como para los visitantes.
El Ayuntamiento de Barcelona ha optado por electrificar el Hivernacle con el objetivo de ahuyentar a las palomas que han anidado en su estructura. Esta solución consiste en la instalación de sistemas que emiten pequeñas descargas eléctricas, inofensivas, pero molestas para las aves, con el fin de disuadirlas de posarse y anidar en el lugar.
La presencia de palomas en el Hivernacle no es solo un inconveniente estético. Estas aves son conocidas por causar daños estructurales con sus excrementos, que pueden deteriorar tanto los materiales metálicos como las superficies acristaladas del edificio.