Se llamaba Bakari Diba, de 34 años. Nació en Gambia, con documentación senegalesa, y por problemas médicos estuvo ingresado hasta el verano pasado en el centro de primera acogida de la Zona Franca de Barcelona.
Debido a un conflicto con otra persona del centro, lo expulsaron a pesar de que necesitaba seguimiento por su enfermedad, según la Comunitat Negra Africana i Afrodescendent a Catalunya, una asociación que tenía contacto asiduo con el joven.
Le quitaron la manta
Así fue como Bakari llegó al Parque de la Ciutadella. Un lugar hostil, a menudo acechado por la presencia policial, y donde fue hallado muerto el pasado martes, 14 de enero.
Según Basha Changue, portavoz de la Comunitat Negra Africana i Afrodescendent a Catalunya, una semana antes de su fallecimiento la Guardia Urbana de Barcelona "le tiró todas sus pertenencias, incluida su manta, en plena ola de frío".
Servicios sociales
El Ayuntamiento de Barcelona lamentó la muerte de Bakary y explicó que se le había ofrecido derivación en el Centro residencial de Atenciones Básicas de Horta, pero el joven jamás acudió a la entrevista programada para el pasado 3 de enero.
El consistorio también remarcó que tuvo acompañamiento de los servicios sociales y se le facilitó información de recursos como los comedores sociales, servicios de higiene y centros de día.
Una muerte “evitable”
La de Bakari ha sido una muerte “totalmente evitable”, lamenta la asociación en un comunicado. "Las instituciones no activaron ningún servicio de emergencia o recurso", denuncian.
Mientras que desde la comunidad denuncian "violencia policial" con las 50 personas sinhogar que residen en el famoso parque de la capital catalana, la Guardia Urbana la niega y no ha querido hacer más declaraciones al respecto.
Pla Endreça
Según Changue, el aumento de la ‘mano dura’ ha sido el Pla Endreça, un paquete de medidas que dotan a la policía de herramientas para aplicar con más contundencia ordenanzas de civismo, medio ambiente, tenencia de animales y el uso de las vías y los espacios públicos.
Quejas a la Sindicatura
Arrels ha elevado algunas quejas a la Sindicatura de Greuges de Barcelona con relación a sanciones que han recibido algunas de las personas que atienden.
El agosto de 2023, por ejemplo, recurrieron que una persona sintecho fue denunciada 25 veces por la Guardia Urbana por la falta de higiene personal, dormir en la calle, el uso incorrecto de los bancos, beber alcohol, orinar y escupir.
Medidas alternativas
La Sindicatura concluyó que la actuación del área de prevención y seguridad no fue la adecuada, ya que intervino "únicamente de manera punitiva" y “no implicó a otros servicios municipales”.
Ante el volumen de quejas por parte de asociaciones, el pasado octubre, la entidad defensora del pueblo dio un tirón de orejas a la Guardia Urbana y afirmó que el Pla Endreça debía ser menos punitivo y ofrecer medidas alternativas a la sanción.
Campaña para enterrar a Bakari
La Comunidad negra africana inició el pasado 19 de enero una campaña para recabar 4.000 euros para enterrar el cuerpo de Bakari en Senegal.
Asimismo, requieren otros 2.000 euros para hacer kits de resistencia para las personas que siguen en peligro en el parque.
En colaboración con otras entidades sociales, la asociación se dedica también a facilitar la tramitación de muchas tarjetas sanitarias para las personas en situación de vulnerabilidad de la Ciutadella y de otras partes de Barcelona, pues, según Changue, muchas están enfermas.