Patio interior del colegio Salesians Rocafort
Las denuncias por ruido en los colegios se disparan en Barcelona: sin extraescolares ni educación física
Algunos vecinos del área metropolitana han hecho consultas, la mayoría relacionadas con las extraescolares, pero todavía no han dado el paso para tramitarlas a nivel judicial
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Son varios los patios escolares de Barcelona que están en jaque por el ruido. Escuelas como los Salesians de Rocafort o los Jesuïtes de Gràcia se han visto obligados a cesar su actividad durante las clases de educación física o las extraescolares a raíz de las quejas vecinales.
Este pulso entre colegios y vecinos también existe en el Área Metropolitana de Barcelona, aunque todavía no se ha materializado.
Ninguna demanda
El abogado de la Associació Catalana Contra la Contaminació Acústica (ACCCA), Lluis Gallardo, ha asegurado en declaraciones a Metrópoli que recientemente ha atendido consultas de varios municipios del área metropolitana por la contaminación acústica de algunas escuelas.
Vecinos de L’Hospitalet de Llobregat, Sant Feliu de Llobregat, Sabadell y Badalona han acudido a la asociación en busca de ayuda. No obstante, no han dado el paso a tramitar las demandas a nivel judicial o administrativo.
Un patio escolar de Barcelona
“Normalmente, el 90% de las consultas no prosperan. Vienen, consultan y después parece que todo se diluye; muchas veces por miedo, vergüenza o simplemente por la falta de recursos económicos”, ha explicado el letrado a este digital.
Extraescolares
Las quejas, en su mayoría, corresponden a las molestias durante las extraescolares y no en la jornada lectiva.
“El problema de los centros educativos del área metropolitana, igual que sucede con algunos de Barcelona, es que se ceden los patios a terceros fuera del horario. Es un abuso de los usos”, ha aseverado Gallardo.
Niños jugando en la pista deportiva de Can Baró
El caso del Jesuïtes Kostka de Gràcia
Uno de los casos más recientes es el de los Jesuites Kostka de Gràcia, demandados por dos bloques de pisos cuyas viviendas dan a la manzana interior en la que está ubicado el patio.
Gallardo asegura que el patio se alquilaba a terceros hasta las 22:00 horas de la noche y las mañanas de los fines de semana para hacer partidos.
El Jesuïtes de Gràcia, por su parte, ha afirmado que las actividades acaban a las 19:45 horas, excepto un día que terminan a las 20:30 horas y otro a las 21:00 horas. El 70% de las actividades que se hacían en el patio central se han recolocado en otras instalaciones del centro y han hablado con un ingeniero acústico para que estudie cómo minimizar el impacto.
El asunto, en principio, se resolverá en marzo, cuando se celebre la vista oral que determinará si se cesa la actividad en el espacio o persistirá.
Modificación de la ordenanza
La razón principal por la cual prosperan las denuncias en Barcelona, ha apuntado Gallardo, es por la ordenanza municipal de medio ambiente, que se modificó en 2022 e incluyó a los patios escolares que daban a manzanas interiores dentro del límite de decibelios.
Desde entonces, ha asegurado el abogado, las quejas se multiplicaron y algunas de ellas han fructificado: “Lo que antes era una queja puntual, tras la reforma me empezaron a venir quejas una vez a la semana”.
Normativas menos favorables
Las ordenanzas de otros municipios del área metropolitana no son tan favorables. Consistorios como el de Sant Feliu de Llobregat han especificado que quedan exentos de la normativa “las actividades relacionadas con la comunidad educativa en los patios de centros de educación 0-3 años y parvularios, escuelas e institutos”.
En l’Hospitalet se concreta que los sonidos generados por los patios y campos escolares tampoco están sujetos “a los niveles de referencia de inmisión sonora interior y/o exterior” en horario escolar y durante el curso lectivo.
Con relación a los textos legales de Sabadell y Badalona, no se hace referencia a los patios escolares, aunque sí a las manzanas interiores y se delimitan sus decibelios.
Concentración contra el cierre de patios
Entidades vecinas, profesores, alumnos y familias se concentraron el viernes pasado, 24 de enero, para reivindicar la protección de los espacios de ocio de los niños y la actualización de las leyes.
En este sentido, el Ayuntamiento de Barcelona acordó por unanimidad en diciembre modificar la ordenanza de medioambiente y diferenciar los tipos de ruido para garantizar los derechos de los niños.
El abogado de la ACCA ya ha adelantado que revisará la normativa una vez se actualice y que deberá estar muy bien justificada.
A día de hoy, un total de siete escuelas se ven afectadas por las quejas vecinales por el ruido: la Salesians Rocafort, la Salesians Sepulveda, la Vedruna de Gràcia, la Jesuites Kostka, la Escola Pia de Sant Antoni, la Torrent d’en Melis y la Auró.
