
Una moto de Glovo aparcada
La Sindicatura de Barcelona pide al Ayuntamiento que inspeccione un supermercado fantasma de Glovo
La defensoría del pueblo acredita que las motos aparcan en zonas prohibidas y que el local efectúa actividades no permitidas con la licencia que dispone
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La Sindicatura de Greuges de Barcelona ha instado al Ayuntamiento a que inspeccione un posible "supermercado fantasma" de Glovo ubicado en la calle Marina números 90-96, en el distrito de Sant Martí.
La defensoría del pueblo ha urgido al consistorio a verificar que la actividad de reparto a domicilio de alimentos ha cesado y, si fuera necesario, que adopte medidas coercitivas, ya que la regulación vigente se lo prohíbe.
También ha pedido que se revisen las medidas de seguridad del local y que la Guardia Urbana y B:SM sancionen a los vehículos incumplen la normativa de circulación y estacionamiento, tanto para las motocicletas en la acera y en el área verde como para los camiones que realizan tareas de carga y descarga en carriles bus.

Imagen archivo de un rider en un día lluvioso
Expedientes archivados
La Sindicatura ha recordado que en el 2021 el distrito de Sant Martí abrió varios expedientes disciplinarios al establecimiento por diversas motos aparcadas en la acera, que utilizaban un vado que no es de la empresa de reparto.
A raíz de las quejas vecinales, se sustituyó el vado en desuso por una plaza verde de estacionamiento. Sin embargo, las motocicletas de Glovo siguen utilizando el espacio, ha denunciado la defensoría del pueblo.
También acreditaron camiones parados en el carril bus para realizar tareas de carga y descarga, además de a repartidores que circulaban en bicicleta por la acera.
La Guardia Urbana ha expuesto que impulsó diversas actuaciones y sanciones, pero desde el Distrito no se adoptó ninguna medida al considerar que era un tema de uso del espacio público y los expedientes disciplinarios se archivaron.
Actividades fuera de la licencia
Los expedientes de 2021 también revelaron que el local disponía de la documentación requerida, que tenía el seguro de responsabilidad caducada y que ejercía actividades fuera de su licencia,
Algunas de estas actividades eran la cocción de pan y bollería y la preparación de zumos.
Dos años después, se constató que esta última infracción persistía, ha confirmado la Sindicatura, además, el titular de la licencia no coincidía con el de la entidad que realizaba su actividad.
Por todo ello, la Sindicatura ha reprochado al Distrito que debería haber vigilado por que se cumpliera la normativa durante estos años y le ha instado a que tome cartas en el asunto.