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Entre la duda, el escepticismo e incluso la decepción se encuentran la mayoría de sindicatos tras las explicaciones y medidas anunciadas por la primera teniente de alcalde de Barcelona, Laia Bonet, para combatir la problemática de los golpes de calor entre los trabajadores del servicio de limpieza y gestión de residuos.

Tal y como ha podido constatar este digital, los sindicatos han exigido, en su mayoría, más medidas y más especializadas para reducir los problemas a los que se enfrentan las plantillas de las cuatro empresas adjudicatarias que ostentan las concesiones en la ciudad: Sacyr, Urbaser, FCC y CLD.

Se trata de reacciones que tienen lugar después de la comparecencia de la primera teniente de alcalde, que ha anunciado que se dotará, a partir de los 34 grados, de cinco minutos por hora de descanso a los trabajadores para la rehidratación, de una botella de agua isotérmica de un litro y se ajustarán las rutas para coincidir con más sombra, entre otras cuestiones.

Una "pantomima"

"Ha sido una pantomima para salvar la cara" tras los episodios de golpes de calor de los últimos días, ha acusado CGT, que ve con escepticismo la aplicación de las medidas. "Una botella de agua de un litro, trabajando en la calle, a pleno sol, dura dos horas de casi siete que tiene nuestra jornada", han considerado.

"Un trabajador de limpieza puede llegar a beber fácilmente entre dos y tres litros de agua al día. Es un trabajo físico, se suda mucho y hace mucho calor", detallan

"¿Incrementar la formación de los trabajadores? Eso ya sabemos lo que es, y es que repartan un papel con cuatro instrucciones y hagan firmar a los trabajadores conforme han recibido la formación", han lamentado.

Además, "cuando te has insolado necesitas mucho más que cinco minutos para recuperarte", por lo que tildan las medidas de tardías --se han reclamado "desde hace años"-- e "insuficientes".

Calor "abrasador"

Por su parte, el sindicato PROU ha cargado duramente contra los uniformes de trabajo. "Las empresas buscan lo más barato, es horrible y no es transpirable. No se nos puede dar un tejido en verano que quema o hace rozaduras, pero eso cuesta dinero. La gente se está abrasando", han aseverado.

Un operario de limpieza en Barcelona AJUNTAMENT BARCELONA

Ven poco viables los cambios de rutas en función del sol y, como el resto de sindicatos, apuestan por una reducción de jornada en los momentos más tórridos del verano.

También por aplicar el sentido común durante la jornada para evitar los golpes de calor: tener siempre protector solar y agua fresca a mano, parar cada poco tiempo cuando sea necesario, buscar la sombra, todo ello con más libertad, cuando "el propio trabajador o el equipo considere que es necesario para evitar riesgos" y que desde las empresas se den facilidades para ello.

Insuficiencia

La misma sensación de insuficiencia aplica para CCOO, que si bien celebra la aplicación de medidas que, en muchas ocasiones, llevan años reclamándose, exige seguir avanzando en medidas que protejan más al trabajador del calor.

Respecto a la vestimenta, recuerda que "hay gorras y chalecos con gel que reaccionan al mojarse y generan frío", pero "ello requiere de inversión".

"Nos choca que se hayan referido a las medidas de una forma tan genérica. Hay que evaluar cada caso, pues no reaccionan o resisten igual mujeres que hombres, personas con patologías, etc". Por eso, "hay que evaluar todos estos elementos que inciden en el trabajador", como el "consumo metabólico y el estrés térmico".

Operarios de limpieza en Barcelona AJ BCN

Asimismo, recuerdan que Inspección del Trabajo sacó en junio una guía con recomendaciones para que las empresas puedan tener en cuenta los efectos de la crisis climática en su plantilla, pero también las alertas sanitarias derivadas del calor.

También abogan por la reducción de la jornada en los escenarios de máximo calor, que no deben aplicarse solo a los 40 grados

Por contra, proponen que la reducción de jornada decretada por ley a 37,5 horas semanales podría concentrarse durante el verano, haciendo una compensación durante el resto del año.

UGT celebra los avances

Más comedida en sus reacciones ha sido la UGT. El sindicato, mayoritario en el sector, ha celebrado los cambios anunciados por el consistorio barcelonés y ha hecho un llamamiento "a seguir trabajando como todos estos años".

Detalla, coincidiendo con otras formaciones, que algunas de las aplicadas "responden a reclamaciones históricas", pero inciden en no tratar a la ciudad como un todo unificado pues, dependiendo del día, "no hace ni la misma temperatura ni la misma sensación térmica" en todos los puntos.

Dispositivo de limpieza en las playas de Barcelona tras la verbena de Sant Joan AJUNTAMENT BARCELONA

Celebran también la aplicación de cinco minutos de parada que se sumarán a los descansos y que, en ningún caso, sobreescribirán un sentido común aplicable por cada trabajador de hacer una pausa cuando sea necesario para beber agua o refugiarse del calor.

Consideran que "se ha abierto un melón porque los trabajadores hacemos jornadas muy largas --de 6 a 7 días seguidos entre descansos--, en los que se genera mucha fatiga que puede afectar a la salud". Esta cuestión, además, será clave de cara las negociaciones del convenio colectivo.