Punto de venta de cánnabis en Ciutat Vella

Punto de venta de cánnabis en Ciutat Vella SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

El pulso de la ciudad

Los clubes cannábicos de Barcelona, en el punto de mira del Ayuntamiento: nuevos cierres en marcha

Hace un año, el consistorio inició una persecución legal contra 57 asociaciones, de las cuales 30 recibieron una orden de cese: la última en acatarla ha sido un conflictivo local del pasaje Marimon, en Sarrià-Sant Gervasi

Barcelona clausura un conflictivo club cannábico de la zona alta por incumplimiento de la normativa

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El Ayuntamiento de Barcelona mantiene su ofensiva contra los clubes cannábicos de la ciudad. Según datos revelados por el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, en la Comisión de Presidencia celebrada a mediados de marzo, de entre las más de 200 asociaciones de marihuana que operan en la capital catalana, la Guardia Urbana ha interpuesto unas 70 denuncias en los dos últimos años.

De ese total, 30 establecimientos recibieron una orden de cese. El último en acatarla ha sido un conflictivo local del pasaje Marimon, en Sarrià-Sant Gervasi, tal como ha avanzado hace unos días Metrópoli.

Medidas cautelares denegadas

Aunque algunos de estos cierres ya se han ejecutado, otros podrían tardar hasta dos años. Lo que el consistorio ha reiterado en varias ocasiones es que no se detendrán hasta clausurarlos todos. 

“Se irán cerrando conforme los jueces vayan resolviendo, ya que no han aceptado las medidas cautelares solicitadas por los establecimientos”, explican fuentes municipales a este digital. La actuación contra este tipo de clubes, según las mismas fuentes, “es constante y no parará”.

Punto de venta de cánnabis en Ciutat Vella

Punto de venta de cánnabis en Ciutat Vella SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Batlle anticipó en la Comisión de Presidencia que el consistorio trabaja en nuevos controles tras el parón del verano. “Estamos preparando una nueva tanda de actuaciones en septiembre”, avanzó el teniente de Seguridad.

Un procedimiento lento

El Ayuntamiento aprobó en 2016 un plan especial urbanístico para regular las asociaciones de consumidores de cánnabis en la ciudad. Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia lo suspendió cuatro años después, al considerar que el consistorio no tenía competencias para su regulación, ni siquiera desde el ámbito urbanístico.

El alto tribunal concluyó que es el Estado quien ostenta la competencia exclusiva en esta materia.

Punto de venta de cánnabis en Ciutat Vella

Punto de venta de cánnabis en Ciutat Vella SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

De esta forma, los actuales responsables municipales pudieron iniciar hace un año su ofensiva contra los clubes cannábicos, emitiendo órdenes de cierre a la treintena de locales que generan más conflictos, ya sea por quejas vecinales o porque se ha acreditado que en su interior se realiza venta de cannabis.

No obstante, el proceso de clausura es lento, ya que los responsables de los clubes suelen recurrir las órdenes municipales ante los juzgados de lo contencioso-administrativo y solicitan la suspensión cautelar del cierre.

El último cierre, en la zona alta

El Ayuntamiento de Barcelona clausuró hace una semana el OG Weed Club, un conflictivo local ubicado en el número 9 del pasaje Marimon, en el barrio de Sant Gervasi-Galvany. Este es el cierre más reciente en la ciudad, sumándose a otros que han sentado un precedente en la lucha del gobierno de Jaume Collboni contra la impunidad de estos establecimientos. 

El OG Weed Club del pasaje Marimon tapiado tras el orden de cierre del Ayuntamiento

El OG Weed Club del pasaje Marimon tapiado tras el orden de cierre del Ayuntamiento GALA ESPÍN Barcelona

En el marco de esta actuación, un club de cánnabis en el distrito de Les Corts cesó su actividad de forma voluntaria, mientras que otro situado en la calle Sant Pau, en Ciutat Vella, fue clausurado a mediados de junio. Este último había presentado una solicitud para continuar funcionando, la cual fue denegada.

El Ayuntamiento de Barcelona ha prometido una supervisión más estricta sobre todos los clubes cannábicos de la capital catalana, de los que se calcula que hay más de 200, siendo los distritos de Ciutat Vella y el Eixample los que más establecimientos de este tipo acumulan.