Barcelona peleará por la capitalidad cultural en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara

Una gran oportunidad, pero también un gran reto. Barcelona es una ciudad que históricamente ha atraído el talento no solo económico, también cultural y literario. La capital catalana se concentra en mostrar un papel central en el ámbito de las letras tras ser la urbe invitada a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México), que se celebrará del 29 de noviembre al 8 de diciembre.

Esa es la principal conclusión a la que han llegado en el marco de la tercera edición del foro BCN Desperta la comisaria del Ayuntamiento de Barcelona, Anna Guitart, el poeta, novelista y crítico literario, Carlos Zanón y el editor de Random House, Miguel Aguilar.

"Es un gran honor ser un invitado a la FIL y creo que tiene que ver con el nombramiento por parte de la Unesco de Barcelona como ciudad literaria. Es también un reto y una oportunidad para contar en Guadalajara por qué Barcelona merece estar ahí" ha analizado Guitart.

La urbe goza de "una red de librerías increíble y mucho peso del mundo editorial no solo en catalán, sino también en castellano". Para la comisionada, el evento es también "un escaparate, una vitrina maravillosa" en la que mostrar "qué es la Barcelona de hoy 21 años después" de que acudiera a la cita por última vez.

Alianzas entre autores

Por todo ello, actuarán como embajadores escritores consolidados como Eduardo Mendoza, pero también gran cantidad de autores más jóvenes, para quienes "será una gran oportunidad para tejer alianzas y ampliar su público lector", coinciden los analistas.

Pero Barcelona no es solo su literatura. Por ello, la ciudad llevará artistas para la realización de conciertos, se organizará un ciclo de cine y cuatro exposiciones.

La ciudad de las 300 editoriales

Aguilar, asimismo, ha recordado que Barcelona ocupa un puesto emblemático en el mundo literario hispanohablante por su historia. Punto de encuentro para las grandes letras españolas y de América Latina, hoy en día alberga 300 editoriales en su haber.

La participación en la feria supone una oportunidad para los autores, que atraviesan el charco con su obra y "generan curiosidad" y amistades con otros autores. Al mismo tiempo, importan la literatura latina de vuelta, lo que supone también una oportunidad para las grandes editoriales.

Superado el escollo de darse a conocer, pondera, el resto llega. Al final, "si hay un interés por leerte" se encontrará la forma de sortear los problemas aduaneros, una preocupación que siempre atribula a los actores del sector.