Sin entrar en el debate de si los supermercados deben abrir ininterrumpidamente toda la semana, lo que sí que no deben hacer es engañar sobre su horario de apertura, como sucede con este supermercado de la calle Balmes, que tiene un cartel en la fachada que anuncia que funciona las 24 horas del día, pero que en realidad cierra por las noches.
Los supermercados que abren 24 horas muchas veces nos salvan de un apuro puntual, pero si hay una situación peor que no tener ninguno cerca de casa en un momento de necesidad, es que pienses que sí que lo tienes y luego esté cerrado.
Este negocio haría bien en quitar este letrero, pues la publicidad engañosa a quien más perjudica es al propio anunciante.