Los contenedores plastificados y de colores que dibujan desde hace años la fisonomía urbana de Barcelona se están convirtiendo en un pim-pam-pum para quienes consideran que valen para todo. Como puede verse en la foto, alguien ha tirado restos de maderas y cartones, indiscriminadamente, entre el de color amarillo (que encima tiene una pintada) y una moto que, en principio, está bien aparcada.
Estas situciones se vienen repitiendo en numerosas calles de Barcelona. La de la foto, en concreto, se ubica en la de Albert Llanas, en el distrito de Horta-Guinardó, muy cerca del Park Güell. Es una mala imagen para los turistas que aparcan por allí y luego bajan caminando hasta el parque.