Algunos nombres de calles de Barcelona han aparecido las últimas semanas sucios. Al nombre que tiene la vía se la ha añadido "República Catalana". Así se puede ver en un tramo de la calle de Padilla cercano a Aragó. No es un caso aislado. Lo mismo sucede en otras calles, por ejemplo, de la Vila de Gràcia.
Pasadas algunas semanas, nadie del Ayuntamiento ha limpiado los letreros de las calles. Las pintadas vulneran la actual Ordenanza de convivencia y si la Guàrdia Urbana pilla a los incívicos ciudadanos ensuciando los nombres de las calles les puede imponer una sanción.
Lo curioso del caso es que la mayoría de letreros están a una altura considerable del suelo. Muy probablemente quien se dedica a pintar estos bienes públicos o bien lleva una escalera o son dos o más personas para llegar hasta la placa.