Este vehículo lleva un año aparcado en la calle Juan de Sada, en el barrio de Sants-Badal. A alguno de los vecinos no le ha sentado bien el abandono en la vía pública y, ante la falta de actuación de la Guàrdia Urbana, ha optado por tomarse la justicia por su cuenta.
Abandonar un vehículo en la vía pública es sancionable. Dejarlo más de un mes aparcado en el mismo lugar puede acarrear que la grúa lo retire. El vecino que ha pintado el coche, podría haber llamado a la Guàrdia Urbana, que habría retirado el coche, en lugar de llenarlo de pintura.