Paseando por paseo de Gracia y entrando casi en Gran de Gràcia, encontramos a mano derecha una balconada en reconstrucción. Digamos que se trata de una reconstrucción bastante rara, vista desde cerca (todo lo que permite un banda de plástico del Ayuntamiento). La cuestión es que a dicha balconada le han incorporado varios ladrillos que la afean y que, además, nada tienen que ver con las de los pisos de arriba. Rompe la estética del edificio.
Así que hay que esperar y desear que, cuando acaben las obras, ese bello balcón centenario vuelva a lucir como lo hacía cuando lo construyeron. Si no, será un balcón que no pega. En pleno paseo de Gràcia.