Han pasado meses, años, desde que los trabajadores de la salud barceloneses exhibieron su denuncia contra los recortes presupuestarios, provocados por la crisis económica. Les dijeron que sería por poco tiempo, que en cuanto todo volviese a la normalidad, regresaría el dinero para tratar mejor a los pacientes y para pagarles mejor a ellos. Pero va a ser que no...
Las pancartas reivindicativas siguen colgando en diferentes ámbitos del Hospital de Sant Pau, especialmente en las alas del nuevo edificio. Apenas se han movido de su sitio, y saludan cada día a quienes transitan por los pasillos de uno de los mejores hospitales de la ciudad y del mundo entero. Por algo será.