Un árbol enfermo, una motosierra y... El final es el esperado, pero no es bueno que un árbol enfermo se mantenga en un sitio tan concurrido como la Rambla. Aunque el peligro es mínimo, los responsables no quieren correr ningún riesgo. Por eso mantienen una vigilancia permanente para minimizar la posibilidad de un desprendimiento inesperado.