Es la estación de metro de la Línea 5, concretamente la de El Coll i La Teixonera. Así, a primera vista, parece más de otro país, Londres, por poner un ejemplo. Pero no, está aquí, en Barcelona. Uno sale del convoy que le ha llevado hasta allí y afronta las escaleras mecánicas. De repente, miras hacia delante y parece que hayas entrado en una atracción de Portaventura: un tubo niquelado y refulgente, en el que se reflejan colores imposibles. Una parada futurista...