Debido a su situación geográfica, los vecinos de La Teixonera encuentran grandes desniveles en sus calles. Como consecuencia, el barrio cuenta con extensas calles cuya pendiente puede llegar a ser impracticable para determinados colectivos.
Para solucionar esta problemática, el Ayuntamiento se decantó por instalar escaleras automáticas en algunas de estas vías. Hasta aquí, todo bien, si no fuera porque en algunos casos las obras que se llevan a cabo en estas parecen no tener fin.
Buen ejemplo de ello son las instaladas en la calle Mare de Déu dels Àngels. Pese a que puedan parecer que están finalizadas, el consistorio las mantiene cerradas después de seis meses, un tiempo tras el que, de manera sorprendente, continúan sin estar abiertas al público.