La Sagrada Família inauguró su iluminación navideña el pasado jueves 19 de diciembre. Pocos minutos antes de que se encendieran las luces y la voz en off comenzara a narrar la historia de Jesucristo, una gran multitud de personas se amontó frente a la fachada del nacimiento de Jesús para contemplar el espectáculo. 

Otros, un tanto despistados, esperaron hasta el último minuto frente a la fachada de la pasión. Familias enteras, parejas, turistas, o ancianos que recorrían la zona, miraban una y otra vez al reloj – desesperados– esperando a que prendieran los focos y se iluminaran de una vez las esculturas del templo. "¡Mamá. mamá!, no se ilumina!", lamentaba uno de los pequeños que sostenía el móvil a la espera de las luces, y que tras 15 minutos de espera corrió junto a sus hermanos hacia el otro lado donde ya sonaban las primeras notas de música. 

ESPECTÁCULO LUMÍNICO Y RELIGIOSO

La calle Marina quedó inaccesible por las miles de personas que se agruparon en la calzada para ver la iluminación navideña. Sentados en el suelo, de pie en los bloques de cemento, o a hombros de sus padres, los asistentes disfrutaron del relato religioso que ofreció la Sagrada Família y quedaron maravillados por el espectáculo lumínico que se proyectó en las formas que un día diseñó Antoni Gaudí. 

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