Las colas en los comedores sociales de Barcelona son cada vez más largas. Este era el aspecto del comedor de Reina de la Paz, situado en el barrio del Raval, este miércoles. El coronavirus está golpeando por partida doble a las personas más vulnerables. Primero, en la salud, como al resto de mortales. Pero también en su maltrecha economía, teniendo que recurrir a los servicios sociales y la beneficiencia para subsistir. 

Noticias relacionadas