La fase 1 ha sido acogida con ganas y optimismo por parte de los barceloneses. Estos no han tardado en lanzarse a los bares y restaurantes para disfrutar de un tiempo con los familiares y amigos que tanto anhelaban ver. 

Las terrazas de Barcelona se han llenado hasta la bandera de ciudadanos que han acudido a sus establecimientos a tomar un aperitivo, a comer o simplemente a tomar unas cervezas. Esta tendría que ser una gran noticia para toda la sociedad si no fuese por las pocas mascarillas que se han podido ver. 

LOS BARCELONESES SE CONFÍAN

Aunque muchos han llegado a los locales de restauración de la capital catalana ataviados con este elemento para no propagar el coronavirus, pocos han aguantado con la mascarilla puesta. El hecho de conversar animadamente bajo las altas temperaturas en una terraza ha propiciado que se confíen quitándoselas.

El uso de mascarillas es obligatorio desde el pasado jueves en espacios cerrados y en la calle cuando no se pueda garantizar una distancia mínima de dos metros. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el pasado miércoles la orden del Ministerio de Sanidad que regula el uso generalizado de las mascarillas en la vía pública. 

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