El futuro del ocio nocturno en Barcelona está en el aire. La incertidumbre sobre lo que pasará en los próximos meses preocupa a los empresarios y trabajadores del sector.
La sala Luz de Gas, una de las más concurridas antes de la pandemia, ha planteado esta misma pregunta en su fachada, cerrada a cal y canto. En una gran lona se puede leer: "¿1995-2020? ¿El último concierto?", acompañado de un gran interrogante. También han puesto en sus fachadas la polémica lona otras discotecas como la sala Apolo del Poble-sec.
SITUACIÓN CATASTRÓFICA PARA EL SECTOR
El del ocio nocturno ha sido uno de los grupos económicos más castigados desde que comenzó la pandemia del coronavirus. Las discotecas y salas de conciertos permanecen cerradas desde que entró en vigor el primer estado de alarma, el pasado 14 de marzo. Los barceloneses que trabajan en el sector expresaron a Metrópoli Abierta su preocupación y tildaron la situación de catastrófica ante la previsión del cierre del 70% de las discotecas de la ciudad.