El cierre perimetral municipal de fin de semana ha llenado las playas de barceloneses ansiosos por sociabilizar. El hecho de que los bares y restaurantes estén cerrados; los cines y los teatros hayan cancelado sus emisiones y funciones; que los gimnasios y centros deportivos hayan tenido que bajar las persianas y que el comercio haya sido limitado, ha provocado que muchos busquen alternativas.
Al igual que con los parques y jardines, el litoral de Barcelona está lleno de grupos –muchos de ellos sin mascarilla y sin respetar la distancia de seguridad– que se reúnen para tomar el sol y disfrutar de la brisa marina, tal y como se puede ver en la fotografía realizada por la agencia EFE. Coches policiales recorren el paseo marítimo de la ciudad condal con tal de velar por la seguridad de los ciudadanos y multar a los incívicos.
COLAU PIDE PRUDENCIA PERO DESCARTA EL CIERRE
Este viernes, 30 de octubre, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, descartó el cierre de parques y playas en la ciudad, aunque impuso una reducción de aforo. La primera edil del consistorio pidió prudencia e imploró a los barceloneses que evitaran concentraciones. Por ello anunció que el Ayuntamiento de Barcelona pondría 300 informadores municipales para "acompañar a la ciudadanía" a relacionarse de forma segura ante el virus.