La guerra de Colau contra los 'tesoros' de Barcelona continúa. Hay suficiente con pasear por varios puntos de la ciudad para constatar que la protección del patrimonio histórico es una asignatura pendiente del actual gobierno municipal. No solo se observa vandalismo en edificios emblemáticos, sino que también desaparecen objetos centenarios. Es el caso de los bancos de la rambla Volart, que los vecinos defienden "con uñas y dientes".
Según explica un vecino a Metrópoli, todo parte del momento en que se urbanizó gran parte del Guinardó. En 1917, se instalaron 10 bancos para permitir el descanso a todos aquellos que subían la cuesta para llegar a la montaña que había más arriba. Ahora, a pesar de que son bancos centenarios, "han desaparecido poco a poco", lamenta Jordi.
PATRIMONIO E IDENTIDAD DEL BARRIO
El último caso es el banco de la calle de Xiprer con la rambla Volart, que lo quitaron hace poco y lo reemplazaron por uno nuevo. "Solo queda uno un poco más arriba, que deberá ser defendido porque es patrimonio e identidad del barrio", denuncia el vecino, que añade que "la suma de todas las destrucciones choca demasiado con los supuestos planes de intervención patrimonial, técnica, cuando es un asunto de personas e identidad".