¿A quién no le apetece pegarse un buen atracón de vez en cuando? Barcelona está plagada de exquisitas propuestas gastronómicas que quitarían los sentidos a la mayoría de los foodies más reputados. Restaurantes de estrella michelin, o simplemente de buena calidad, que ofrecen tapas variadas, platos típicos y bien trabajados e innovaciones culinarias inimaginables, pero a veces solo nos apetece comernos una buena hamburguesa

UNA CARTA REPLETA DE PERDICIONES

Estás de bajón y necesitas algo grasiento, contundente, lleno de grasas saturadas, hidratos de carbono, azúcares y miles de ingredientes que Carlos Ríos, el gurú del real food jamás aprobaría. A pesar de la inmensa lista de restaurantes barceloneses, pocos ofrecen comidas en cantidades bestiales con la capacidad de llenar el buche de Obelix. Lara Grill es uno de los pocos que forman parte de la resistencia y que sobreviven dando de comer cantidades ingentes a los más tragones

En la calle de Muntaner se encuentra este restaurante digno de miles de fotografías en modo postureo que corren por Instagram. Su carta es una de las más sorprendentes, y solo es apta para aquellos que tienen hambre de verdad. En el díptico de este lugar encontramos infinidad de posibilidades, desde entrantes al más puro estilo americano como los chicken tenders o los jugosos tequeños rellenos de queso venezolano, a pepitos de ternera y pollo o inmensas hamburguesas de varios pisos.

BATIDOS DE ENSUEÑO

Aunque las burgers para todos los gustos y tendencias alimenticias quitan el sentido, lo más brutal son sus postres. Quienes observen el hashtag del restaurante en Instagram se sorprenderán por la cantidad de fotografías, vídeos y boomerangs que hay retratando sus batidos. Estos no se limitan al típico milkshake con nata, llevan un trozo de pastel, una jeringuilla repleta de chocolate, galletas de todo tipo y barquillos recubiertos haciendo una especie de tetris que rebosa por los cuatro costados. Entre los que más destacan, está el Oreolandia: Un batido de helado de vainilla y Oreo, decorado con Nocilla, granillo de colores y crema batida, acompañado con topping de tarta de chocolate y helado de chocolate, adornado de sirope de chocolate Carter D’Or, sirope de chocolate crunchy y galleta Oreo; o el Tekeshake: un batido de helado de vainilla y trozos de barquillo de chocolate, decorado con Nutella y granillo de colores, acompañado con exquisitos tequeños de Nutella, barquillos rellenos de chocolate y helado de vainilla, cubierto con sirope de chocolate crunchy y crema batida, es decir una bomba calórica que muy pocos pueden acabarse. 

Sin duda acudir a este restaurante significa meterle chute directo al colesterol. Aunque hay opciones más healthys como las ensaladas, ninguno de sus comensales se libra de las calorías de más. Lara Grill es el lugar perfecto para superar una ruptura, celebrar una buena noticia o darse un atracón porque te lo mereces.

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