Cafeterías de Barcelona para los (muy) sibaritas

Algunos de los más selectos granos de café del mundo, se pueden degustar en estos locales repletos de elegancia, que transforman un acto tan cotidiano como tomar un café, en una experiencia única que invita al cliente a regresar.

Una selección de los mejores espacios de Barcelona especialmente recomendados para todos aquellos que buscan disfrutar de su bebida favorita en un entorno único, en el que la elegancia, el sosiego y la originalidad quedan latentes a cada paso. 

ROAST CLUB CAFÉ

En el número 143 del carrer de València tiene lugar una de las cafeterías más sibaritas de Barcelona. Con una decoración industrial propia de la ciudad de Nueva York, sus visitantes pueden disfrutar de un entorno único mientras degustan algunas de sus diferentes piezas de bollería artesanal o de sus diferentes granos del café del mundo. 

El ambiente que se respira en el Roast Club Café desprende elegancia a la par que familiaridad. Posicionándose así como un espacio único en el que poder disfrutar de un momento único del día. 

MECÀNIC

En Mecànic nada es lo que parece. Un espacio multidisciplinar en el que, bajo la apariencia de un taller de motos, se esconde una sala de exposiciones, una librería con las ediciones más cuidadas del ámbito editorial y un ambiente muy especial que regala a cada uno de sus clientes.

Además de su café, de exquisita calidad, sus visitantes pueden disfrutar de una amplia selección de bebidas y zumos naturales, piezas de bollería y diferentes snacks y sándwiches capaces de cambiar el ritmo de cualquier día.

CITIZEN CAFÉ

El Citizen Café se encuentra situado en pleno corazón de la ciudad de Barcelona, en la Plaça d'Urquinaona 4. Desde su apertura, se ha consolidado como una de las cafeterías más especiales, con especial protagonismo a los diferentes sofás que se ubican en su interior, especialmente demandados por sus clientes más habituales.

Pese a su ubicación, es un espacio especialmente tranquilo y recomendado para todos aquellos que buscan huir de la aglomeración del casco urbano y aislarse en uno de los templos que mejor cuidan del café en la ciudad, con una amplia selección de los granos más auténticos.