Los bocadillos son una opción que nunca pasa de moda. De hecho, los buenos sándwiches son cada vez más aclamados en Barcelona. Es un plato que se come a diario, a cualquier hora del día y que admite miles de combinaciones exquisitas. Suelen ser de embutido, queso, carne o vegetales y hay un bar en la capital catalana que los elabora mejor que nadie: el Quimet d'Horta.
La merecida fama del establecimiento ha hecho que la Guía Repsol reconozca la calidad de sus bocadillos. "Tienen las mejores chapatas de Barcelona", reza la Guía, quien señala que "sus butifarras, tortillas y embutidos son de otro planeta".
En el barrio de Horta desde hace casi un siglo
El establecimiento lleva anclado al barrio de Horta desde hace prácticamente un siglo, cuando Rosita Not y Quimet Carlus abrieron las puertas en abril de 1927. En sus primeros tiempos fue conocido como "el bar del loro", debido a que entre su barra, sus sillas y sus comensales se posaba amablemente un loro gris de cola roja que un amigo regaló al señor Quimet.
Desde entonces, el local ha mantenido una fuerte conexión con el barrio, organizando actividades para todos los públicos o convirtiéndose en refugio de entidades culturales o deportivas, como el club de fútbol Unión Atlética de Horta, la Unión ciclista de Horta o el club Ajedrez Alfil Club.
Gran variedad de bocadillos
Tras la etapa de Quimet y Rosita, el bar se traspasó a un nuevo propietario, que popularizó sus bocadillos. En la actualidad, en la carta existen casi un centenar de opciones, de los cuales 37 son tortillas.
Los bocadillos se elaboran con un pan de chapata de masa madre y una mezcla personalizada de harinas. También coexisten entre las opciones destacadas los bikinis, los dulces o las tapas, entre las que sobresalen las bravas o las croquetas.