Uno de los postres más típicos de Barcelona tiene un curioso origen, que se remonta a la Edad Media. Se trata de la crema catalana, y aunque es difícil rastrear de dónde viene, su historia sorprende a quien la lee.
El origen de la crema catalana se remonta a la Edad Media, y algunos historiadores sugieren que su creación podría haber sido influenciada por recetas y técnicas importadas de otros lugares de Europa.
Curioso origen
Sin embargo, hay otra teoría más rocambolesca. Se cuenta que su origen tuvo lugar en un convento en Catalunya. Aquel convento iba a recibir la visita de un importante obispo, por lo que las monjas quisieron preparar un menú un poco más especial que de costumbre, y pensaron en preparar un flan de postre.
Sin embargo, las prisas provocaron que el flan quedara muy líquido y no cuajara del todo. Así que, intentaron arreglar el desperfecto con azúcar quemado por encima. Cuando el obispo lo probó, exclamó en catalán "Crema!", debido a que estaba muy caliente, lo que le otorgó este nombre a la creación repostera.
Mencionada en obras literarias
Esta tradicional receta aparece mencionada varias veces en la obra Calaix de Sastre de Baró de Malda, que data del siglo XVIII. En el libro se denomina como crema de Sant Josep y el autor asegura que Rafael Casanova probó este plato en Barcelona.
La receta básica de la crema catalana consiste en una crema pastelera enriquecida con yema de huevo, azúcar y a menudo, aromatizada con canela o cítricos. La mezcla se cuece a fuego lento hasta obtener una consistencia suave y luego se vierte en recipientes individuales para enfriar. La característica más distintiva de la crema catalana es su capa superior de azúcar caramelizado, que se logra aplicando calor directo justo antes de servir, creando una textura crujiente.
Honorable comida
El postre ha alcanzado tal estatus en Barcelona que incluso se celebra anualmente el Día Internacional de la Crema Catalana el 19 de marzo, coincidiendo con la festividad de San José. Durante este día, pastelerías y restaurantes de toda la ciudad ofrecen versiones especiales de la crema catalana, y los vecinos y turistas participan en la celebración de esta delicia culinaria.