Tras visitar la Feria de Abril de Barcelona el pasado fin de semana, Pedro Sánchez se ha citado con el alcalde barcelonés, Jaume Collboni, en un popular restaurante de la ciudad, el pasado jueves, 2 de mayo. El presidente del Gobierno ha acudido a la capital catalana para dar apoyo a Salvador Illa durante la campaña previa a los comicios catalanes, que tendrán lugar el próximo 12 de mayo.
Casa Leopoldo
Sánchez ha compartido mesa con Collboni en Casa Leopoldo, que ha vuelto a subir la persiana tras meses de incertidumbre con nuevos propietarios y la voluntad de recuperar los platos tradicionales. Casa Leopoldo es un nombre histórico en la restauración barcelonesa desde 1929.
Ambos disfrutaron mutuamente de su compañía mientras almorzaban en el local unas croquetas de rabo de toro, calamares salteados con guisantes, suquet de rape, crema catalana y vino del Priorat, entre el resto de comensales del salón principal.
Los nuevos propietarios de Casa Leopoldo, Bruno Balbás y Sofía Matarazzo, inmortalizaron el curioso momento con un retrato en la puerta del restaurante. Después los obsequiaron con un libro sobre la historia del local, ‘La Nena del Leopoldo’, que escribió Arturo San Agustín y que ya está descatalogado.
Templo gastronómico
La icónica Casa Leopoldo ha sido punto de encuentro de escritores como Manuel Vázquez Montalbán, Eduardo Mendoza o Maruja Torres. El matrimonio formado por Sofia Matarazzo y Bruno Balbás, visionarios fundadores del grupo de restauración Banco de Boquerones, revive la pasión por la tradición, la cultura y, por supuesto, la deliciosa gastronomía.
Con entrega, han dado vida a emblemáticos establecimientos como Casa Ràfols, la antigua ferretería en la Ronda Sant Pere, y Can Framis, un auténtico colmado del siglo XIX, solo por mencionar dos de los ocho restaurantes que actualmente componen el Grupo Banco de Boquerones, todos ubicados en el casco antiguo de Barcelona.
Tradición y vanguardia
Casa Leopoldo mantiene su compromiso con la autenticidad al ofrecer platos tradicionales catalanes elaborados con ingredientes de calidad del mercado local, sin olvidar los guiños a nuevas elaboraciones que combinen tradición y modernidad en una experiencia gastronómica memorable. Así, a las especialidades tradicionales, como el rabo de toro o la paella parellada, se añaden otras como los calamarcitos salteados con guisantes lágrima del Maresme o el timbal de pies de cerdo con foie e hinojo y manzana verde; todo acompañado de una cuidada selección de vinos y cavas.