Mantequerías Pirenaicas, el templo de las tortillas de patata en Barcelona, se expande con un nuevo local en el distrito de Gràcia. Lo hace bajo el nombre La Fonda de Mantequerías Pirenaicas y con una carta que recuerda a la cocina de toda la vida, o como ellos mismos describen, “la de la abuela”.

Aterrizan en el número 6 de la calle Terol, en la Vila de Gràcia, uno de los barrios más pintorescos de la ciudad. El local se inaugura este miércoles, 19 de junio, día en el que los amantes de la cocina tradicional catalana podrán degustar la oferta de La Fonda, mucho más extensa que en sus otros dos locales de Muntaner y del Mercado de Galvany, donde preparan tortillas, desayunos y menús de mediodía.

Interior del nuevo restaurante de Mantequerías Pirenaicas de Gràcia, al estilo taberna MP

Platos tradicionales

En el nuevo local de Gràcia, las tortillas dan un paso al lado para dar la bienvenida a una oferta de platos más tradicionales como los macarrones, los buñuelos de bacalao, las croquetas o las bombas, que comparten carta con las gildas y otras conservas. Todos los platos están pensados para compartir, como el tataki de ternera con salsa de pimienta o el arroz cremoso de calabaza. Indudablemente, la tortilla seguirá siendo la reina del restaurante, aunque la de La Fonda “será diferente, mucho más melosa”.

Macarrones gratinados del nuevo restaurante de Mantequerías Pirenaicas de Gràcia MP

El local está diseñado al estilo de una taberna, perfecto para acompañar la nueva imagen de la casa, mucho más tradicional. “Creemos que la oferta se adapta mejor a la esencia del local, que desprende historia”, apunta su propietario, Miguel Puchol, a este medio. La Fonda será el primer restaurante de Mantequerías en el que se podrá cenar, de momento, de miércoles a domingo, por petición popular. La apertura, además, coincide con el noveno aniversario de las actuales Mantequerías Pirenaicas.

Con esta nueva apertura en Gràcia, la casa ya cuenta con seis negocios en la capital catalana, todos ellos ubicados en la zona alta de la ciudad: dos locales en Muntaner 460 y en el interior del Mercado de Galvany, un delivery en Madrazo 137, el restaurante del club privado del Círculo del Liceo y el local L'italiano Perso en Homer 18.

Vajilla del nuevo local de Mantequerías Pirenaicas en Gràcia MP Barcelona

Abiertos desde 1957

Mantequerías Pirenaicas nació en 1957 de la mano de la familia de Ricardo Cortés. El barcelonés había sido el encargado del colmado Can Ravell, uno de los establecimientos más populares de la capital catalana. Pero la jubilación forzó su cierre en 2014 después de dos generaciones de legado. Los propietarios del inmueble, la familia de Miguel Puchol Garí, decidieron darle una segunda vida después de tantos años de servicio a Barcelona.

La familia reformó el local dándole un toque clásico, pero actualizado, y durante mucho tiempo intentaron encontrar el inquilino perfecto. “Buscábamos a alguien que lo explotase bien, que tuviese ilusión por empezar un proyecto con cara y ojos. Vimos varios perfiles, pero como no nos convencieron nos atrevimos a cogerlo nosotros”, relata Miguel, un barcelonés de 34 años, a Metrópoli. Así, abrieron de nuevo un 19 de junio de 2015.

Tirador de la puerta de Mantequerías Pirenaicas con el logo del establecimiento Cedida a Metrópoli

Las nuevas Mantequerías Pirenaicas tuvieron un gran recibimiento por parte del vecindario y los desayunos fueron bastante rodados desde el principio. Había tradición. La oferta de comidas fue conquistando a la clientela de forma paulatina, pero gustaron desde el inicio.

Mantequerías Pirenaicas se ha convertido, así, en el templo de las tortillas y los desayunos de la zona alta de Barcelona. Aparte de los bocadillos, los croissants de Sacha o las cookies de Nutella de un proveedor de Gràcia, la tortilla de patata se convirtió en el desayuno estrella de Mantequerías Pirenaicas. Incluso The New York Times recomienda visitarla.