En el corazón del barrio de Sarrià se encuentra un pequeño pero icónico establecimiento. Ha resistido el paso del tiempo y que, con casi un siglo de historia, ha logrado captar la atención de uno de los periódicos más prestigiosos del mundo, The Wall Street Journal. Se trata del Bar Tomàs de Sarrià, un lugar que ha conquistado a vecinos y turistas por igual, gracias a su encanto tradicional y, sobre todo, a sus patatas bravas, consideradas las mejores de la ciudad.
Ubicado en la calle major, el Bar Tomàs mantiene el espíritu de las antiguas bodegas españolas, esas que conservan la esencia de lo clásico y lo auténtico. Al cruzar sus puertas, uno es recibido por una atmósfera que parece haberse detenido en el tiempo.
Las patatas bravas, la joya de la corona
El éxito del Bar Tomàs de Sarrià no sería tal sin su plato estrella: las patatas bravas. Estas no son simplemente un aperitivo, sino una auténtica institución culinaria en Barcelona. Preparadas con un mimo que se percibe en cada bocado, las patatas se cortan a mano, lo que les confiere una apariencia irregular y un encanto rústico inconfundible. La fritura, llevada a cabo con aceite de oliva de la mejor calidad, es un proceso que se ha perfeccionado a lo largo de los años, logrando que cada trozo de patata tenga el dorado perfecto y una textura crujiente por fuera, pero tierna en su interior.
La magia de las patatas bravas del Bar Tomàs reside también en sus salsas. El alioli, elaborado de manera tradicional, es una de las opciones más populares. Su base de ajo proporciona un sabor intenso, pero equilibrado, que complementa a la perfección el crujiente de las patatas.
Sin embargo, para los más atrevidos, la salsa picante es el verdadero desafío. Con una receta casera que ha sido celosamente guardada durante generaciones, esta salsa es conocida por su sabor aromático y su intensidad, capaz de dejar una impresión duradera en quienes la prueban.
Uno de los mejores bares de Barcelona
Es precisamente esta combinación de tradición, calidad y sabor lo que ha llevado al Bar Tomàs a figurar en las páginas de The Wall Street Journal. En un artículo que destaca los mejores lugares para comer en Barcelona, el periódico no escatimó en elogios para este pequeño bar de barrio, reconociendo su capacidad para preservar la autenticidad en un mundo cada vez más globalizado.