Barcelona es famosa por su oferta gastronómica, pero pocos lugares han alcanzado el estatus de leyenda como la Bodega Quimet & Quimet, ubicada en el barrio de Poble-Sec. Fundada en 1914, esta pequeña y acogedora bodega ha sido regentada por la misma familia durante cinco generaciones. A lo largo de más de un siglo, ha sido un punto de referencia para los amantes de las tapas, las conservas y los montaditos. Su encanto no solo radica en la calidad de sus productos, sino también en su ambiente único, donde cada rincón parece contar una historia.
No es de extrañar que esta emblemática casa de comidas haya llamado la atención de uno de los chefs más reconocidos a nivel internacional: el británico Jaime Oliver. Durante una visita a Barcelona, Oliver tuvo la oportunidad de descubrir los sabores auténticos de Quimet & Quimet, quedando profundamente impresionado. En su paso por la bodega, probó algunas de las creaciones más icónicas del lugar, como los nísperos con queso y anchoas o la tostada con berberechos, yogur y yema de huevo montada, dos platos que combinan a la perfección tradición e innovación.
Un viaje gastronómico que inspira
La experiencia de Oliver en Quimet & Quimet fue tan memorable que decidió rendir homenaje a la bodega con sus propias creaciones. Inspirado por las delicadezas que probó en este rincón de Poble-Sec, el chef británico diseñó una original "oda al cerdo y a las verduras en conserva", que combina la esencia de los productos enlatados de alta calidad, una de las especialidades de la bodega. Esta mezcla de sabores, tan característica de la gastronomía de Quimet & Quimet, muestra cómo algo tan simple como una conserva puede transformarse en una experiencia gourmet.
Además, Oliver se atrevió a versionar uno de los emblemas de la cocina catalana: el alioli. Este condimento, presente en muchas de las tapas que se sirven en la bodega, fue reinterpretado por el chef en su estilo personal, demostrando el impacto que tuvo su visita. No es habitual que un chef de su calibre se deje influir de manera tan directa por un pequeño local, pero Quimet & Quimet no es cualquier bodega. Es un lugar donde cada bocado está lleno de tradición, calidad y el toque justo de creatividad.
Un local siempre lleno de vida y sabor
Lo cierto es que no hace falta ser un chef de renombre para apreciar la magia de Quimet & Quimet. Desde hace más de 100 años, este pequeño local es uno de los bares de tapas más populares de Barcelona. Siempre abarrotado, tanto por locales como por turistas que buscan vivir una experiencia auténtica, la bodega ha sabido mantener su esencia a pesar del paso del tiempo y la evolución de las tendencias gastronómicas.
La especialidad de la casa son las conservas de alta calidad, que se combinan en montaditos y tapas que sorprenden a cualquier paladar. A lo largo de los años, han perfeccionado el arte de ofrecer platos sencillos pero llenos de sabor, donde cada ingrediente brilla. El ambiente, informal y bullicioso, es parte de la experiencia. No es raro ver a la clientela apretujada en la pequeña barra, copa de vino en mano, mientras disfruta de una de las muchas delicias que ofrece la casa.
Un referente en la gastronomía de Barcelona
La visita de Jaime Oliver a Quimet & Quimet es solo un ejemplo de cómo esta bodega ha logrado cautivar a todos aquellos que tienen la suerte de conocerla. Su combinación de tradición, calidad y creatividad sigue atrayendo a quienes buscan algo más que una simple comida: una verdadera experiencia gastronómica.